¿Y después de la censura qué?

Luego de la previsible censura al ministro de Educación, Jaime Saavedra, y las reacciones de todo calibre se impone la reflexión. En ese sentido, la segunda vicepresidenta de la República, Mercedes Aráoz, comentó que de parte del Gobierno se insistirá en establecer el diálogo con la oposición en el que prime el interés por el desarrollo del país.

Ante las palabras altisonantes y los gestos destemplados de algunos congresistas, que ven el potencial del Legislativo en una magnitud que está muy encima de la realidad, es necesario que aparezca el tiempo de la calma y de tender puentes en beneficio del Perú. Ya debe quedar en el pasado el espectáculo de la prepotencia y los desatinos políticos. Esperamos que esta censura no signifique el comienzo de un bombardeo al Ejecutivo destinado a amedrentar, lo que queremos es que sirva para corregir. Si bien es cierto que hay un rencor que supervive después de las elecciones presidenciales, es necesario entender que solo bregando unidos se avanzará hacia el apremiante futuro.

Para muchos lo sucedido en el Congreso, que definió apartar del cargo al ministro Saavedra, no es una muestra de fortaleza del Legislativo, sino de debilidad del presidente Pedro Pablo Kuczynski. Hasta dicen que es inadmisible que haya entregado su poder antes que usarlo.

Lo evidente es que este trago amargo para el Gobierno ya pasó. Hay que sacudirse de las secuelas y caminar a paso firme. Lo del llamado al diálogo es importante; sin embargo, hasta ahora hay un elocuente silencio de la otra parte.