En las últimas semanas visité dos colegios (uno privado y otro público) para conversar sobre educación. Cuando ingresé a las salas para las charlas, las maestras a cargo de las reuniones, entre otras expresiones, exclamaron: “Colegio… rumbo a la acreditación”. Ocurre que estaba en dos planteles que están desarrollando procesos de autoevaluación y planes de mejora continua -hace un buen tiempo- bajo la supervisión del SINEACE para lograr la acreditación institucional.

Si bien esto me alegró mucho, me vi obligado a decirles que había una Resolución Ministerial (RM 218-2015-MINEDU) que dejaba sin efecto los procesos en marcha de mejora de la calidad. Los asistentes exclamaron: ¡No puede ser! ¡Hemos invertido tiempo, recursos materiales y técnicos para mejorar y demostrar la calidad de nuestro colegio! ¡¿Y nuestro plan de mejora continua?! ¡¿Por qué el Minedu trunca nuestras aspiraciones?!

Traté de tranquilizarlos diciéndoles que estaba informado extraoficialmente que se expediría una nueva RM para restituirle al SINEACE sus atribuciones en concordancia con la nueva ley universitaria que apuesta por la continuidad de este organismo reformado.

Efectivamente, el 14 de mayo se ha expedido la RM 269-2015-MINEDU que dispone que los procesos de las instituciones de educación superior puedan continuar. Sin embargo, inexplicablemente, mantiene el cercenamiento de los esfuerzos de cerca de 600 colegios que aspiran a la acreditación nacional. Pareciera que la voluntad del Minedu es desactivar el SINEACE y crear un organismo acreditador solo para institutos y universidades, dejándose de lado la acreditación de la calidad educativa de los colegios, que constituyen la base de la formación integral de los peruanos y peruanas. ¿O es que acaso el Estado debe desatenderse de la cultura de evaluación y mejora continua de los centros de inicial, primaria y secundaria? Se dice que estaría a cargo de instancias privadas nacionales e internacionales. ¿Por qué? Ojalá el Congreso de la República tome cartas en el asunto.