En los últimos meses, el candidato presidencial Pedro Castillo transformó su discurso en favor de la transparencia, la honradez y la lucha contra la corrupción en un activo electoral a favor de Perú Libre. Sin embargo, la realidad se ha encargado de degradar sus buenas intenciones. Un operativo del Ministerio Público y la Policía ha detenido en las provincias de Jauja, Chupaca, Huancayo y Satipo, en la región Junín, a 27 personas presuntamente vinculadas a la organización criminal “Los Dinámicos del Centro”.
Las pesquisas se realizan desde abril del 2019 e involucra a la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones de Junín. En esa época el gobernador regional de Junín era Vladimir Cerrón y entre los investigados con orden de detención están los dirigentes de esa agrupación política, Eduardo Bendezú Gutarra y Arturo Cárdenas, quienes participaron en el equipo de campaña de Castillo.
Es evidente que esta situación determina que Perú Libre se quede sin palabras para hacer valer su supuesta “superioridad moral” en el proceso electoral. Es urgente que Pedro Castillo adopte una posición al respecto. Es una mala señal que se quede mudo ante estas circunstancias. ¿No quiere hablar o no puede?
Un líder inseguro, vacilante, falto de claridad y sin energía para tomar decisiones, no garantizará lo que piden todos los peruanos: mano dura contra la corrupción.