500,000 en “Marcha por la vida”

Con arengas en favor de la familia y el respeto para el niño por nacer, cerca de medio millón de limeños se volcaron a las calles para participar en la Marcha por la Vida.

Vestidos con polos de diversos colores, con globos en mano, altavoces y algunos instrumentos musicales, católicos, evangélicos y laicos marcharon ayer por las calles de diversos distritos para concentrarse en el cruce de las avenidas Javier Prado y Brasil desde las 15.00 horas.

“La familia es la base de la sociedad”, se leía en algunas banderolas. “Defiende la vida”, decía en una cartulina escrita a mano con un grueso plumón, además de otros mensajes.

El fuerte calor que se sintió ayer en la ciudad no amilanó a familias enteras que, de la mano de hijos grandes y pequeños, llegaban al punto de encuentro.

Tras largos minutos de cánticos con letras pegajosas con el mismo mensaje, los participantes enrumbaron hacia el malecón de la Costa Verde, al final de la avenida Brasil.

discurso. Cuando el casi medio millón de personas llegó hasta el lugar final del encuentro, fue recibido por el cardenal Juan Luis Cipriani, quien tras largos minutos de aplausos se dirigió a los marchantes.

En primer lugar, agradeció al papa Francisco, “quien está presente en esta marcha con su oración”, dijo.

Manifestó que de esa forma Su Santidad se une al compromiso por defender y promover el bien fundamental de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural.

Cada frase era aclamada por los asistentes, que no dudaron en lanzar globos al aire en señal de aprobación y regocijo.

Horas antes, Cipriani se había referido en su programa en RPP a las criaturas que han sido concebidas producto de una violación y a niños no deseados.

“Al problema de una violación no le podemos añadir el asesinato. El mundo de hoy se atreve a tantas cosas, pero tiene que ser humilde. Hay mucha plata para abortar, pero no para hacer lugares de acogida”, afirmó.