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Tras las rejas
Imagen de la presentación de Abimael Guzmán a la prensa nacional y extranjera tras su captura realizada el 12 de septiembre de 1992 en un inmueble de Surquillo. (Archivo GEC)
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No hubo arrepentimiento
Guzmán purgó cárcel más de 20 años y en ningún momento pidió perdón o se mostró arrepentido de los hechos por los que fue sentenciado a cadena perpetua. (Archivo GEC)
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Prensa al pendiente
Policías y micrófonos extendidos para captar mejor lo que vociferaba el mayor genocida de la historia peruana. Más de 30 mil peruanos fallecieron por responsabilidad de Guzmán Reynoso. (Archivo GEC)
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La furia del miedo
El cabecilla terrorista exclamó palabras en favor de su sanguinaria ideología ante la atenta mirada de las fuerzas del orden, así como de prensa internacional. (Archivo GEC)
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La captura del siglo
La noche del 12 de septiembre, agentes del Grupo de Especial de Inteligencia (GEIN) de la Policía Nacional lograron la captura del terrorista, quien se encontraba con la senderista Elena Iparraguirre. Esto tras un trabajo minucioso y estratégico. (Archivo GEC)
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Sentado en su derrota
Militares rodean al cabecilla senderista, quien yace sentado en un mueble tras rejas días después de ser capturado. (Archivo GEC)
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Historia de una caída
Según agentes del GEIN, al momento de ser capturado, Guzmán Reynoso se mostró inicialmente nervioso e incrédulo de lo que vivía en el momento. Se mudaba de inmueble cada cierto tiempo, pero la noche del 12 de septiembre de 1992 llegó el fin de su libertad. (Archivo GEC)
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Desafío a la justicia
Los procesos judiciales contra Abimael Guzmán y la cúpula terrorista duraron años. En la imagen se le nota mucho mayor de lo que se observó en 1992 y acompañado de Elena Iparraguirre y demás senderistas desafiando a la justicia. (Archivo GEC)