Ayer fue enterrado uno de los máximos exponentes de nuestro criollismo, en medio de desgarradoras escenas de dolor de sus tres hijas, Zorca, Moraima y Elena, se trata del recordado Arturo Cavero Velásquez. Horas antes, en el “Hall de los Pasos Perdidos” del Congreso de la República, le fue otorgada la medalla de honor en el grado de la Gran Cruz, la máxima condecoración otorgada por nuestro parlamento. Posteriormente, el féretro con sus restos mortales fue trasladado al cementerio Jardines de la Paz, cubierto con la bandera del club Alianza Lima y con un estandarte del Señor de los Milagros, al que le guardaba una gran devoción. A las 13:00 horas se realizó la pequeña ceremonia, con la presencia de la cuadrilla número 1 de la Hermandad del Señor de los Milagros, además de su gran amigo el cantante Lucho Barrios, el mismo que ofreció unas significativas palabras y cantó el tema “Es mi niña bonita”.