Antes que un niño empieza el primer grado de primaria lo ideal es que un niño tenga nociones sobre la lectura. Es decir, entre los 3 y 5 años la estimulación temprana de la lectura es básica, ya que estos conocimientos serán la base para que más adelante desarrolle su universo lingüístico, conocimientos y creatividad, señalaron especialistas a la agencia Andina.
“Si un niño ha tenido contacto con la narración oral desde los tres años, aprenderá a seguir el hilo conductor de las historias, tendrá acceso a un vocabulario rico y un bagaje cultural más amplio”, indicó María Lorena Guzmán, especialista en Educación de la Creatividad de la Universidad César Vallejo.
¿Como aprende un niño de tres años?. La experta explica que a esa corta edad, los niños prestarán más atención a la sonoridad de las historias que a los contenidos y de esta manera también se irán relacionando más con el lenguaje, comentó.
En esa etapa, ella recomienda escoger libros con grandes ilustraciones, de materiales lúdicos como peluche, tela, goma o cartón, con páginas gruesas que puedan manipular.
Guzmán destacó que un niño jamás va a sentirse motivado a leer si no ve ejemplos en casa. Por ello, aconsejó crear espacios de lectura familiar, asistir a narraciones de cuentacuentos, bibliotecas lúdicas y eventos culturales donde se promueva la creatividad.
Además, los padres de familia no deben leer por leer, deben prepararse y convertirse en buenos narradores.
“Hay que darle vida a los personajes, ser expresivos al momento de articular las voces y ponerle suspenso a las historias. La clave para que un niño se convierta en un buen lector es hacer la diferencia entre leer y narrar”, sostiene.
Esto es importante también para promover la unidad familiar, ya que la narración es una vía de expresión muy importante para los niños.
Cuando un niño no se ve interesado por la lectura, interrumpe o hace muchas preguntas, los padres no deben molestarse, sino darle alternativas o estimular el interés, añadió.
“La lectura debe ser un momento de disfrute y de exploración de sentimientos. Hasta el niño más tímido va a manifestar con qué personaje se siente identificado y si nosotros cortamos su inspiración, sus dudas o intervenciones, el niño va a rechazar la lectura para siempre”, advirtió. ANDINA