Alfredo Thorne. (Foto: USI) | GEC
Alfredo Thorne. (Foto: USI) | GEC

Para , exministro de Economía y Finanzas, los denominados “martillos” aplicados por el gobierno de Martín Vizcarra, con el objetivo de frenar el avance del en el Perú, debieron estar acompañados de una política mucho más inteligente.

En entrevista con Correo, se refiere al desborde que generan los ambulantes y destaca que el ciudadano no puede ser obligado a elegir entre el hambre y el virus.

¿Cómo evalúa las acciones que ha tomado el Gobierno desde que ordenó el aislamiento social obligatorio?

Yo pienso que el gobierno empezó muy bien, empezó temprano y empezó cuando todavía había muy pocos infectados, cerca de 71 en ese entonces. Sin embargo, pienso que conforme hemos llegado casi al día 90, tenemos un problema, y es que no se ha logrado aplanar la curva y no la hemos logrado controlar como lo han hecho otros países con cuarentenas menos drásticas que la nuestra. No hemos logrado aplanar la curva, ya sea la de infectados y muertos. En el caso de exceso de muertes, creo que hay cierta información que el Gobierno debería transparentar.

¿Cuándo llegaríamos a la meseta?

Yo no soy de la idea de que nos debamos convertir en unos expertos en predecir cuándo vamos a llegar a esa meseta. La verdad es que no tengo idea, y le soy sincero, nadie tiene idea. Es un virus complicado de controlar, lo sabemos y creo que lo debió hacer el Gobierno es una estrategia de focalización, de identificar a los asintomáticos, es decir, una estrategia bastante más minuciosa que la que ha hecho. También debió de controlar rápidamente los focos de infección, que todos sabemos cuáles son: los mercados, los transportes públicos, y la distribución de bonos que hizo el Gobierno.

¿Cree que los martillos que aplicó el Gobierno no ayudaron?

Es difícil ponerse en el escenario contrafactual de qué hubiese pasado sino hubiésemos hecho la cuarentena; no me gustaría ponerme en esa situación. Lo único que quiero decir es que esos martillazos debieron ser acompañados de una política mucho más inteligente, de encontrar cómo es que el virus se está desarrollando en el país y tratar de controlarlo, que es lo que han hecho otros países.

¿Cuáles son los aciertos en las medidas aplicadas?

Me parece que han avanzado mucho en el control de los mercados, el hecho de que hayan tomado las pruebas y darse cuenta, efectivamente, que ahí estaba el foco de la infección. También han tomado las pruebas en el transporte público y se han dado cuenta que una buena parte de los transportistas, y los que van con él, están infectados. Acá, a diferencia de los mercados, no han hecho mucho. Y con respecto a la distribución de los bonos, pienso que sí estamos avanzando algo. He visto, sobre todo en la prensa, que muchos bancos están utilizando ya sus dispositivos para bancarizar y digitalizar a la población y, de esa manera, poder entregar los bonos por medios digitales, y no obligar a los receptores de estos bonos a acercarse a las sucursales. Pienso que por ahí si hemos avanzado algo, pero todavía hay mucho camino por recorrer.

Representantes del Ministerio de Salud (Minsa) señalan que los decesos en Lima y Callao ya no suben, de acuerdo con las cifras del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef)...

Yo no he visto las cifras detalladas de Lima y Callao, pero aún si estuviésemos en una cima sin ayuda como las que he explicado, de focalizar más el combate contra el virus, podríamos tener, de repente, una suerte de cima que meses después se vuelva a acelerar. No hay nada que impida eso.

¿Es posible revertir la situación (la epidemia) mientras se reactiva la economía?

Creo que sí. Siempre hemos visto el tema de la lucha sanitaria y el tema económico como dos aspectos separados y no lo son. Pienso que tenemos que obligarnos a pensar que la solución no es poner al individuo en la calle, contra la pared, y que tenga que elegir entre el hambre o el virus. La obligación del Gobierno es permitir que las dos cosas se den, es decir, que no haya más contaminación y no obliguemos a nuestra población a sentir hambre. En ese sentido, pienso que hay que avanzar en las dos direcciones. Sí hay mecanismos para que las empresas puedan abrir sin generar focos de contagio.

¿Considera que se le están colocando más trabas a los formales para abrir sus negocios?

Que existe un sesgo, sí existe un sesgo, porque el formal tiene que cumplir con todas las normativas. El informal, como sabemos, no las está cumpliendo. En ese sentido, ya hay un sesgo, y también hay un sesgo en el Gobierno en el sentido de que cada vez ha hecho que sea más difícil volver a operar. Pienso que debería permitirse que las empresas abran, que sean los gremios los que ayuden a fiscalizar y que el Gobierno, en todo caso, haga las fiscalizaciones después.

¿Cómo se puede ayudar a los ambulantes?

En la Vía Expresa de Grau los fiscalizadores buscan desalojarlos y los comerciantes reclaman no haber recibido bonos o canastas... Es un punto interesante, el Gobierno, en esta estrategia de apertura, creo que tiene que concentrar sus esfuerzos donde hay mayor contaminación, y esos son los mercados, el transporte público y la distribución de bonos. Pienso que ahí el Gobierno no puede dejar de trabajar junto con los pobladores para buscar una nueva forma o una nueva estrategia de tener mercados al aire libre, mercados abiertos, creo que es algo que el alcalde (Jorge) Muñoz ha estado haciendo. En el transporte público, pues lo mismo, hay que ver otros mecanismos que garanticen que no se convierta en un foco de infección. La idea no es simplemente decirle a los ambulantes: “Ahora todos van a hacer lo que quieran”, no. Pienso que hay que ponerle énfasis donde se necesita. Pero me da la impresión de que el Gobierno está poniendo una serie de protocolos a una serie de empresas que sí tienen la tecnología como para abrir y proteger a sus trabajadores, y no lo está haciendo donde más se necesita.

Se habla de un porcentaje de empresas que no contratará personal en el próximo trimestre ¿Cómo revertimos esa situación?

La siguiente semana va a salir el informe de empleo para Lima Metropolitana, eso nos va a dar una lectura de cómo va el empleo. Pienso que va a ser un mal número y, en mi opinión, creo que la política desde el Ministerio de Trabajo es antiempleo, lo único que ha generado es forzar a las empresas a despedir a sus trabajadores al no darle alternativas de flexibilización laboral.

¿Perú se recuperará en los próximos tres meses?

Hay indicadores que muestran que en mayo a la economía le fue mejor que en abril. Abril, que es el número que va a salir en la próxima semana, es un número muy negativo; nosotros esperamos una caída del PBI (Producto Bruto Interno) de 31%, pero ya una vez que nos vamos a mayo vamos a tener los primeros efectos de la reactivación. El punto no es si hay o no reactivación, el punto es que tan fuerte es esa reactivación, y eso depende de qué tan rápido abramos la economía, qué tan rápido permitimos que las empresas vuelvan a contratar a sus trabajadores teniendo una política laboral más flexible y, lo que a mí más me preocupa, es que no hay una convocatoria importante al sector privado. Pareciera que todo esto se está haciendo en el sector público, sin que el sector privado esté incorporado. A mí me parece que hay que incorporar a los gremios.

Perfil

Alfredo Thorne es exministro de economía. Estudió economía en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Tiene una maestría en Desarrollo Económico en la Universidad de Cambridge y un doctorado en Economía en la Universidad de Oxford.

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