Tuvieron que pasar casi 50 años para acabar con el caos en Caquetá. En la madrugada de ayer, más de 1,500 vendedores informales que ocupaban un conjunto de calles de esta tugurizada zona del distrito de San Martín de Porres fueron desalojados definitivamente por la Policía Nacional con la participación de la Primera Fiscalía Provincial Especial de Prevención del Delito de Lima Norte. Aunque el retiro de los ambulantes asentados en las calles Virrey Abascal, Gregorio VII, Justo Pastor Bravo y Juan XXIII fue pacífico, la Policía movilizó a 1,478 efectivos, 94 vehículos y 30 caballos, mientras que las autoridades municipales trasladaron cerca de mil servidores, entre serenos y obreros, y maquinaria pesada para destruir los locales de material noble. El masivo desalojo no sorprendió a los centenares de ambulantes, quienes incluso colaboraron con el desmontaje de unos 800 puestos de metal, madera y triplay y el retiro de su mercadería. En la tarde de ayer, cargadores frontales y camiones continuaban limpiando las distintas calles del conglomerado de Caquetá. RECUPERACIÓN. “La recuperación de los espacios públicos ocupados por los ambulantes en Caquetá permitirá poner en marcha el Proyecto de Renovación Urbana, que tiene como objetivo que los vecinos hagan uso de las vías en un ambiente ordenado, limpio y seguro”, afirmó el gerente de Fiscalización de la Municipalidad de San Martín de Porres, Raúl Ramos, quien personalmente dirigió toda la operación de desalojo. La propuesta contempla la rehabilitación y mejoramiento de pistas y veredas, instalación de puestos de auxilio rápido, reordenamiento del tránsito, arborización, pintado de fachadas e iluminación de todas las arterias. “Con todas estas acciones mejorarán las condiciones de vida de los vecinos, acabará la delincuencia y se evitará una tragedia como la de Mesa Redonda”, añadió Ramos. Recordó asi mismo que Caquetá albergaba a cerca de cinco mil comerciantes y vendedores ambulantes dedicados a la venta de abarrotes, verduras, carnes, ropa, calzado, artefactos y otros bienes en un ambiente con problemas de higiene, salubridad y seguridad. Por último, el desalojo de los informales provocó un gran congestionamiento vehicular desde la madrugada hasta aproximadamente la tarde de ayer en la concurrida avenida Caquetá, pues cientos de conductores no pudieron usar esta vía.