​Área de emergencias de hospital Carrión recibe a diario más de 30 casos

A diario, emergencias atiende hasta 30 casos o más y está abierto las 24 horas del día. Pacientes de todas partes llegan. En un día cualquiera son las 8 de la mañana y el relevo de los policías en el área de emergencias del hospital Carrión en Huancayo se ha realizado. Todo está tranquilo, pero a las 10.20 horas, un patrullero del serenazgo rompe el silencio; moviliza a médicos, enfermeros y hasta al de seguridad. Alfiere Yupanqui (20) es auxiliado por los serenos, arroja abundante espuma por la boca y parece estar inconsciente. Por ahora, todo indica que se trata de una intoxicación. A pocos metros del joven auxiliado están otros pacientes. Felipe (40) por ejemplo, quien tiene fracturada la pierna derecha, apenas coge su muleta y en una silla en medio del pasillo espera a ser atendido . Otros hacen cola esperando la atención de sus familiares mientras los galenos luchan por salvar la vida al joven universitario.

EN SILENCIO. Por otro lado, en el área de observación, de las 13 camillas doce están ocupadas. Todos son pacientes por encima de los 40 años que se recuperan de infecciones, heridas, fracturas y otros. Mientras algunos miran al techo esperando el tiempo pasar, otros ni siquiera están conscientes porque duermen. Los médicos le hacen un lavado gástrico a Alfiere para salvarle la vida, pero era demasiado tarde, las toxinas que han ingresado a su cuerpo han causado estragos.

Mientras su familia llega al hospital para conocer de su estado, otro cuantos quemados, heridos, golpeados, pepeados y adoloridos por diversos cólicos movilizan al vigilante de la puerta. La única silla de ruedas que tiene el área ha obligado a algunos pacientes a ingresar caminando a emergencias.

Han pasado dos horas y su madre, en la última silla de la sala de espera, no logra entender que ha llevado a su hijo a tomar esa fatal decisión.

DESCANSO. Al mediodía, en otra esquina, Donata (50) busca a su nieto que fue traído desde Chupaca por un cólicos provocados por la vesícula y pide ayuda al policía Solano, éste acaba de percatarse de la existencia de un cadáver y luego de ayudar a Donata corre para realizar las diligencias mientras los pacientes y otro personal médico aprovecha el tiempo para almorzar fuera.