El análisis genético confirma el parentesco y, hoy, esta triste historia termina con un final feliz y un nuevo comienzo familiar. (Foto: Minjusdh)
El análisis genético confirma el parentesco y, hoy, esta triste historia termina con un final feliz y un nuevo comienzo familiar. (Foto: Minjusdh)

Carlos Lima Orihuela, desaparecido hace más de 30 años en la comunidad de Belenchapi, Oronccoy, en la región Ayacucho, durante el periodo de violencia que vivió el país, logró reencontrarse con sus familiares.

El reencuentro familiar entre Carlos y sus tíos Salvador y Evita se logró gracias al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. El emotivo momento se dio en Ayacucho, en la sede de la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Minjusdh.

Durante la ceremonia de su reencuentro, Carlos agradeció el poder estar nuevamente con su familia y señaló que le “parece un sueño”.

DESAPARECIDO DESDE 1981

De acuerdo a la entidad, la madre y hermana menor de Carlos fueron asesinados cuando huyeron en de su vivienda en 1981 por temor a las incursiones de Sendero Luminoso. Mientras que su padre desapareció. Sin tener a nadie cercano y con solo siete años, logró salvarse y ser adoptado.

Desde los siete años hasta los 12 vivió con su familia adoptiva Acuña Díaz. Posteriormente estuvo en Pichanaki, Pucallpa, Chupón, y desde 2018 en Uripa, provincia de Chincheros, en Apurímac, donde se estableció con su esposa y tres hijas.

Fue en marzo 2020 que la DGBPD tomó contacto con la señora Zenobia Orihuela García para brindarle acompañamiento psicosocial en preparación a la restitución y entierro digno del padre de ella, Octavio Orihuela Oscco.

El análisis genético confirma el parentesco y, hoy, esta triste historia termina con un final feliz y un nuevo comienzo familiar. Foto: Minjusdh
El análisis genético confirma el parentesco y, hoy, esta triste historia termina con un final feliz y un nuevo comienzo familiar. Foto: Minjusdh

Durante ese proceso, Zenobia indicó que su hermana Evita había obtenido información sobre el posible paradero de su sobrino Carlos, a quien creían muerto, al igual que sus hermanos, y decide solicitar apoyo.

Tras meses de espera, la DGBPD logró comunicarse telefónicamente con Carlos en octubre 2020, a quien le explicaron que su familia lo estaba buscando. Ya en diciembre de ese año, se le realizaron pruebas para determinar el parentesco, el cual dio positivo.




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