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El sueño de la casa propia se convirtió en pesadilla. Quince viviendas, que familias construyeron con sacrificio en parte de los terrenos de la Cooperativa Santa Isabel, resultaron destruidas. Ellos manifiestan que los supuestos dueños sin previo aviso y valiéndose de matones, destruyeron sus casas en un intento por desalojarlos. Ahora dicen que solo muertos saldrán del lugar.

En lo que antes eran casas de adobe y ladrillo, hoy hay alambres de púas cerca a unas chozas a medio caerse, construidas sobre los escombros. “Nosotros vivimos aquí hace 5 años, pagamos S/. 15 mil por 130 metros. Los tres cuartos de adobe que tenía fueron destruidos y no tenemos a dónde ir”, refiere Gladys Moreno, mientras abraza a uno de sus 4 hijos, y espera un quinto en su vientre.

Usando las mismas tablas con las que un día construyeron sus viviendas, los afectados hacen una olla común e indican que duermen a la intemperie. “Se robaron mi dinero y se han perdido mis documentos. De mi casa solo quedaron calaminas y ladrillos. En las noches vienen matones y nos amenazan con sacarnos a la fuerza. Pedimos a las autoridades que nos ayuden”, dijo Margarita Huaringa, mostrando sus pagos al SATH.

Los afectados señalan que compraron los terrenos a Juana Lizana. Sin embargo, Julian Yaranga sería el dueño.

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