Un niño bajo escombros. Minutos antes cerca de las tres de la tarde del 23 de junio del 2001, un terremoto afectó a la ciudad. En las calles se percibía miedo y cierta desesperación mientras en una parte de la ciudad, un pequeño tenía un diagnóstico incierto y se jugaba la vida entre el tiempo y la presión de un montón de ladrillos. El sonido de la sirena de los rescatistas acompañaba el llanto de mujeres mientras un grupo de hombres de rojo evaluaban la situación y precedían al rescate. Era un grupo de bomberos, hombres anónimos que arriesgaron su vida para salvar la de un niño.
Los efectivos eran de la Compañía Arequipa N°19 demostraron, una vez más, al esencia de su lema: “cuando una vida está en peligro el sacrificio es un deber”.
La Compañía de Bomberos de Arequipa N°19 se remonta al año 1913, cuando la casa de Don Guillermo Brain y Don Félix Caballero, ubicada en la calle Bulevar Parra se envolvió en llamas.
“Fue un gran incendio, muchos acudieron a ayudar, entre ellos estaba Guillermo Crosby, un bombero de la Compañía N° 7 de Lima. Crosby además había servido en Iquique y Mollendo.
También participó Tim Smith, un bombero que había laborado en Iquique y en Chile“, contó la Capitán Ana Vizcardo Muñoz.
Por esos años , los encargados de intervenir en caso de incendios eran los soldados, esa vez según narró Vizcardo no se pudo hacer nada. Arequipa necesitaba una compañía de bomberos. Crosby, con esa intención decidió fundar una institución de Bomberos Voluntarios. Así el 22 de agosto de 1914 se creó la Compañía de Bomberos de Arequipa N°1, con 85 personas y presidida por Don José Eguren.
El primer directorio fue conformado el 20 de septiembre de 1914 de la siguiente manera: Comandante, Guillermo Crosby; Capitán, Tim Smith; Primer teniente, Adolfo Velando; Segundo teniente, Juan Eguren; Secretario, Manuel Yabar; Tesorero, Jorge Llosa; Tercer teniente, Guillermo Brain y Primer ingeniero, Eduardo Crosby.
“Ser bombero siempre ha sido un voluntariado, una sola palabra nos motiva y es salvar. L os fundadores lo tenían presente, ellos no recibían ningún fondo y cada uno pagaba mensualmente para ser parte de los bomberos”, expresó Vizcardo.
El primer local de “La N°1”, como le decían en ese entonces, se encontró en la esquina de la calle Piérola y Santo Domingo, donde actualmente se encuentra la Beneficencia Pública de Arequipa. Los bomberos de esos días se valían de una bomba de vapor, un gallo con mil pies de manguera, escaleras y baldes.
Años más tarde, en 1947 se logra adquirir las caballerizas y parte del patio de la Casa Moral, Hoy calle Bolívar N°120, cuando era comandante, Luis Kaemena Weiss, quien se haría cargo de esta compañía hasta 1972. Tras la inauguración del local don de operan actualmente y que fue construido por los propios voluntarios, recibieron en donación una vieja sirena y una campana del Ferrocarril del Sur del Perú, traídas desde Juliaca.
Desde esos días la Compañía de Bomberos Arequipa N°19 tuvo un sinnúmero de intervenciones dejando en alto su valor y entrega. “Si hay que entregar nuestras vidas lo haremos, sabemos el riesgo al que nos enfrentamos e cada emergencia, nos preparamos para ello, nos preparamos y hacemos todo lo posible en nuestras limitaciones porque niños, mujeres y hombres puedan regresar con sus familias después de una situación de peligro”, dijo Vizcardo.
Hoy esta compañía cumple 100 años y solo la integran , 50 bomberos entre hombres y mujeres que arriesgan su vida en cada incendio, accidente o situación de peligro. Son personas que trabajan como ingenieros, médicos, contadores, padres y madres de familia, pero que tienen un ideal: salvar otras vidas antes que la propia.
Las necesidades de los bomberos son muchas, pasan por sus trajes hasta instrumentos y máquinas para cumplir su labor.