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A fines del mes de octubre salió a la luz el documental ecologista Antes de que sea tarde, producido por el actor  y dirigido por Fisher Stevens, que busca concientizar al mundo sobre el impacto del cambio climático a través de entrevistas a personalidades, como el presidente estadounidense Barack Obama, el director Alejandro González Iñárritu, el físico y empresario Elon Musk y el papa Francisco, realizadas en un periodo de tres años.

Durante una hora y media, se muestra a la Tierra atravesando uno de sus peores momentos, debido al impacto de la huella ecológica y la contaminación generada por el hombre con el paso del tiempo.

Uno de los primeros problemas que el famoso actor aborda durante este espacio es la situación de las economías en el planeta, las cuales han incrementado la demanda de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo o el gas natural, elementos básicos para los servicios de transporte y electricidad.

Las actividades extractivas para hacer frente al alto consumo de los países desarrollados, su forma de empleo y el tipo de construcciones sobre la superficie dan lugar a la propagación del dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero que conlleva al cambio climático. Asimismo, se explica de qué manera se han depredado miles de hectáreas de bosques tropicales en Indonesia para que empresas transnacionales realicen el sembrío de aceite de palma, utilizado en la producción de detergentes, alimentos envasados y bebidas. Estos cultivos han obligado a que diversas especies pierdan su hábitat natural o sean desplazadas de sus territorios, poniendo en riesgo su población y especie.

Durante el filme, se aprecia que China, considerado como el país más contaminante, parece estar frente a una de las soluciones más factibles para desacelerar el aumento de la temperatura en los siguientes años. Esta idea ha sido llevada a la práctica en ciudades como Alemania y Dinamarca, donde se reúne energía a través de paneles solares y fuerza eólica, y es utilizada por sus habitantes.

Desde setiembre del año pasado, Suecia viene impulsando una política de Estado que le permita convertirse en la primera nación libre de combustibles fósiles en todo el mundo.

En la última parte del largometraje se puede observar extractos de lo que fue la COP21, que se realizó en Francia durante el 2015, y en la que autoridades de 195 países llegaron a un histórico acuerdo sobre sus estrategias para cambiar el panorama en torno a los efectos del cambio climático.

¿Y EL PERÚ? Durante el documental se señala que en el Perú se encuentra una de las tres grandes áreas de bosques tropicales que existen en la Tierra: la Amazonía de Sudamérica. Pese a que un informe a cargo de Tyndall Centre indicó que el territorio peruano se muestra como el tercer país más vulnerable al cambio climático después de Bangladesh y Honduras.

Hace dos semanas, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) publicó su informe Planeta Vivo 2016, documento que resume la data recogida por el Índice Planeta Vivo (IPV), y que muestra la continuidad del declive de la vida silvestre de hasta un 67% en tan solo 50 años, en el periodo comprendido entre 1970 y 2020.

Patricia León-Melgar, representante de WWF-Perú, sostiene que uno de los temas más urgentes en la región es la distribución del agua y la explotación de los reservorios de este elemento en el subsuelo. “No lo sentimos como deberíamos, o como sucedió en Siria, porque tenemos la abundancia en la Amazonía. Recurrimos al trasvase de agua, el cual es un remedio a corto plazo”, explica.

La especialista hace énfasis en que este tipo de obras hidráulicas podrían haber sido consideradas con la idea de que el reservorio en la selva es inagotable; sin embargo, señala que en los últimos años se ha registrado un importante cambio en el registro de lluvias en esta área. “El 69% de la precipitación o lluvia en la Amazonía ha disminuido. Se está dando un proceso inicial de desertificación en la selva”, detalla.

Además, la experta manifiesta que el ser humano ha incrementado su huella ecológica a través de los cambios de usos de suelos para la agricultura, la sobreexplotación de las especies, la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero, y la aparición de nuevas enfermedades y plagas.

Por ello, León-Melgar afirma que es imprescindible tener ciudades sostenibles, en las que se mostraría que, pese a que los efectos del cambio climático son a nivel global, la acción ciudadana de cada una de las personas es esencial. “Cada una de nuestras elecciones genera un impacto en el cambio climático. Países en vías de desarrollo como el nuestro tienen la gran capacidad de ejercer liderazgo al ser parte de uno de los grandes bosques tropicales del planeta y tener una compensación a cambio por ello”, acota.

ACCIONES. Desde el pasado lunes 7 de noviembre, autoridades de las economías de todo el mundo participan de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22) en la ciudad de Marrakech, en Marruecos. Una delegación peruana, liderada por la ministra del Ambiente, Elsa Galarza Contreras, viajará en los siguientes días para reunirse con el resto de los equipos y llevar los principales alcances que el Perú planea adoptar en los siguientes años.

Según Fernando León, viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del mencionado gabinete, en términos de mitigación del cambio climático, el gran desafío del país es frenar la deforestación porque es el principal contribuyente a las emisiones de gases de efecto invernadero en el territorio. “Casi el 50% de las emisiones en el país vienen del cambio de uso de suelo y deforestación. Luego de ello, vienen otros relacionados con industria, transporte y energía”, señala.

Desde el punto de vista de la adaptación, es decir, los impactos de este suceso en la producción de cultivos, se toma lugar en la agricultura y la pesca. Por esta razón, considera que se debe asumir esta situación como una oportunidad para buscar soluciones de manera intersectorial. “En general, todas las acciones que estén orientadas en conservar los ecosistemas van a permitir generar poblaciones y comunidades más resilientes a los impactos del cambio climático”, destaca.

Si bien durante 2014 el ministerio del Ambiente presentó su Estrategia Nacional ante el Cambio Climático, León sostiene que uno de los instrumentos operativos más importantes tanto para el Perú como el resto de los países firmantes del acuerdo en París es el denominado como Contribuciones Nacionales Previstas y Determinadas, compromisos respecto al estado de los bosques, industria, agricultura y residuos sólidos: “Esta es la agenda más práctica y que va a ser revisada cada cinco años en el marco de la Comisión de Cambio Climático de la Naciones Unidas”.

Sobre las expectativas y el trabajo que se busca exponer durante la COP22, el viceministro afirma que se planea establecer de manera clara las metodologías para la medición de las contribuciones, la transparencia en la reducción de la emisión de gases contaminantes, posicionar el tema de la adaptación y el financimiento climático por parte de los países desarrollados, y que se discutirá durante el encuentro en Marruecos. “Existe un ofrecimiento por parte de estas economías para tener habilitados en 2020 alrededor de 100 millones de dólares para que, países como el nuestro, mitiguen y se adapten a los efectos del cambio climático”, finaliza.

CIFRA

58% de los animales vertebrados desapare-cieron en los últimos 42 años.

195 países se reunieron en París durante la COP 21 en 2015.

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