La noche del sábado 12 de setiembre de 1992, el Perú por fin pudo respirar. Tras un meticuloso trabajo de más de dos años, agentes del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), un cuerpo de élite de la policía antisubversiva, llevaron a cabo con éxito la Operación Victoria que culminó con la captura del cabecilla de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, el hombre que había sumido el país en una década de terror y sangre.
MIRA ESTO | Abimael Guzmán: Imágenes de archivo de la captura del cabecilla terrorista en 1992 (FOTOS)
La noticia del hallazgo y detención de Guzmán, alias “presidente Gonzalo”, y miembros de la cúpula terrorista en una vivienda de dos pisos en el distrito limeño de Surquillo, se difundió rápidamente. En el lugar vivían los senderistas Carlos Incháustegui y Maritza Garrido Lecca, bajo la fachada de una academia de danza. En las calles, los ciudadanos aplaudían, rezaban y lloraban al enterarse de la captura del genocida más aterrador y miserable de la historia del país.