El sicario de la empresaria Miriam Fefer, Alejandro Trujillo Ospina, reveló que Ariel Bracamonte, hijo de la fallecida, “tiene las manos manchadas de sangre”.
“Ariel Bracamonte es el más culpable de todos y es el que más habla, pues él tiene las manos manchadas de sangre, porque él me dio las llaves para entrar a la casa. Y no solo eso, sino que fue el único que estuvo conmigo en esa habitación a la misma hora la noche en que todo ocurrió”, señaló Trujillo en una carta difundida en Día D.
Otro de los datos que señala es que “la conexión entre la familia Fefer y yo habría sido el 'padrastro', el abogado Pinkas Flint”.
Ospina asegura tener las llaves, la laptop, el chip y dice que tiene cómo probar lo que señala en la misiva.