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A diario somos testigos y víctimas de las pugnas entre choferes de transporte público, quienes por llevar un pasajero más o ser los primeros en completar la ruta pisan el acelerador sin importarles nada a su paso.
Esta conducta es una somera muestra de los desórdenes psicológicos que presentan los trabajadores de este sector, según el estudio “Dimensiones sintomáticas psicopatológicas en conductores de Lima Metropolitana”.
La investigación revela que los choferes de coaster, combis y mototaxis tienen elevados valores de ansiedad, fobia, agresividad, impulsividad, hostilidad, depresión y paranoia.
REPERCUSIÓN. El psicólogo Carlos Ponce Díaz, autor del estudio, señala que estos “malestares psicológicos” están asociados a “una deficiente percepción del riesgo, incapacidad para reaccionar al estrés emocional, tendencias antisociales y escaso control personal”.
Además, concluye que los conductores presentan un comportamiento de alto riesgo al momento de trabajar, lo que pone en peligro a los pasajeros. “Al año se registran 4 mil accidentes de tránsito en el país, el 70% se origina por el factor humano”, acota.
ESTADO FÍSICO. A la inestable situación mental de los conductores se le suma la deficiente salud física. Según el Instituto Daniel A. Carrión, el 49.5% sufre de obesidad, lo que desencadena enfermedades cardiacas y otras como diabetes.
“Si a esta situación se le agrega 12 horas de trabajo diario, el resultado será choferes con cansancio y somnolencia”, manifestó Juan Manuel Parreño, líder del estudio.
Ambos especialistas advierten la urgente necesidad de mejorar los exámenes psicológicos y físicos para obtener la licencia de conducir y ser parte de una empresa de transporte público.
En la actualidad, los conductores del Metropolitano son los únicos que pasan por este tipo de exámenes, aseguró José Luis Díaz, gerente de uno de los operadores.