Cinco generaciones cuidan tumba de antepasados
Cinco generaciones cuidan tumba de antepasados

Cientos de personas llegan hasta el cementerio de Sabandía en el cerro Callapa por celebrarse el Día de Todos Los Santos. Adultos mayores ingresan agarrándose de la piedra laja y pulida de la que está construido el recinto. Entre los visitantes va Gonzalo, acompañado de su padre, Ángel Gallegos Oviedo (85), un antiguo poblador de Sabandía, cuyo objetivo es cumplir un pacto de familia: poner flores al nicho de su hermana Rosa fallecida en 1941, en la flor de su juventud.

Pero el pacto va más allá, pues son cinco las generaciones de los gallegos que se encargan del cuidado de sus antepasados, entre ellos la joven Rosa Oviedo Gallegos.

Los tres hermanos Gallegos Oviedo, les ha hecho prometer a sus hijos que no olvidarán a sus parientes, así como se lo pidieron a ellos sus padres y a estos sus abuelos. Así, tanto Gonzalo como sus primos tienen la tarea de llevar siempre que puedan flores a la tumba de sus antepasados y en especial a Rosa, quien en vida no tuvo hijos y fue muy querida por sus progenitores. En su lápida de piedra labrada se lee "Rosa Oviedo Gallegos falleció el 15 de febrero de 1941 a la edad de 21 años; recuerdo de sus padres Félix y Natalia Q.P.D.G". Dentro de la urna había una foto suya, pero la lluvia retiró la imagen de su rostro jovial y se fue borrando del recuerdo de algunas jóvenes que le dejaban flores, en busca de un deseo.

Noble. Ángel, el menor de los Gallegos, la recuerda como una joven agradable y de buen corazón, ya que a pesar de que en esos años las damas siempre andaban en casa, ella salía para dar un poco de la cosecha de su padre a sus vecinos.

"Yo tenía 10 años cuando ella murió, era alta y bonita, como mi mamá. Todos la querían", expresó.

Cementerio. Así, con los últimos recuerdos y cansado por la edad, el varón sale y comparte un almuerzo con su familia. Gonzalo es consciente que el también va a comprometer a sus hijos a no olvidarse de sus parientes.

Los niños también llegan al cementerio, algunos acompañados por sus padres, otros para ofrecer sus servicios. En cuanto alguien entra le ofrecen agua, escalera, entre otros, en especial a los adultos mayores.

94 años tendría Rosa si es que viviera actualmente junto a su familia en Sabandía.

Viven. La familia vive en la calle principal de la comuna, frente a la institución educativa Florentino Portugal.

Patrimonio Cultural

El campo santo de este distrito tradicional es una obra arquitectónica de piedra granítica esculpida, con nichos sobrepuestos unos a otros y mausoleos con las mismas características que datan del siglo XIX (año 1880). Fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación por el entonces Instituto Nacional de Cultura mediante Resolución Directorial Nacional 2029/INC del 4 de diciembre del 2006.

TAGS RELACIONADOS