Con colegios en problemas arrancó año escolar 2013

"Cual bandada de palomas que regresan al vergel...". Esa era la letra de la canción que antaño los estudiantes tarareaban al inicio del año escolar y, seguramente, muchos la repitieron ayer.

Pero no todo estuvo bien en el "vergel" del inicio del año escolar 2013 en el Perú:

Cerca de nueve millones de escolares volvieron a las aulas no exentos de problemas: carpetas resquebrajadas, paredes caídas, baños malolientes, techos debilitados y un sinnúmero de falencias de infraestructura injustificables para un país en tan franco crecimiento.

¿No hay dinero? Esa es una pregunta que la ministra de Educación, Patricia Salas, no podría responder con un "sí", pues es todo lo contrario.

Y es que el Minedu ocupó el penúltimo lugar entre 19 ministerios en el ranking del avance porcentual de ejecución de inversiones del Poder Ejecutivo respecto al marco presupuestal anual del año 2012 (ver infografía), elaborado por el congresista Juan Carlos Eguren (Alianza por el Gran Cambio).

En efecto, Educación apenas gastó el 42% (901 millones 725 mi 482 soles) de un total de 2 mil millones 145 mil 904 soles.

Lo peor es que en el 2013 la situación no cambió. En los dos primeros meses del año, apenas se ejecutó 76,046 soles (2.9%) del total del año (2 mil millones, 620 mil 794 soles) que están proyectados.

DOS BOTONES DE MUESTRA. La ineficiencia puede verse con nombres y apellidos. Por ejemplo, en el caso del colegio Teresa Gonzales de Fanning existía en el 2012 una partida de 10'017,764 soles, pero solo se ejecuto la mitad: 5'251,175 (52.4%.)

Para el 2013, la partida es de 28'368,667 soles, pero apenas se ha ejecutado 3681 soles (0%).

Algo similar ocurrió con el José Granda. El Ministerio de Educación debió haber gastado 937,463 soles el año pasado pero apenas usó 257,976 soles (27.5%). Peor aún, este año, ese centro tiene asignado un monto de 40'679,487 soles pero hasta ahora, pese a que es sabido que las clases se inician en marzo, no se ha gastado ¡ni un sol!

Al respecto, el congresista Eguren expresó su preocupación de que el Minedu no solo haya tenido un "pésimo año de ejecución" siendo penúltimo entre 19 ministerios el 2012 sino que este 2013 no haya acelerado las inversiones que necesitaban muchos centros educativos antes del inicio del año escolar.

"Se tiene todo el año para invertir en cualquier ministerio, pero en el Minedu es prioritario acelerar sus planes de ejecución en enero y febrero, pero eso no ha sucedido", dijo.

Añadió que la gestión de Salas presenta graves problemas de gerencia y gestión, los cuales deben ser evaluados directamente por el premier Juan Jiménez y el presidente Ollanta Humala para no seguir perjudicando a millones de escolares.

ARRANCAN LAS CLASES. Entre tanto, la cadena de contrariedades para los escolares se extendieron a lo largo de todo el país.

En Lima, más de un centenar de padres de familia del colegio Teresa Gonzales de Fanning llegaron hasta la institución educativa Mercedes Cabello para realizar una protesta porque 1776 alumnas de secundaria tendrán que mudarse al colegio Mercedes Cabello, ubicado en Barrios Altos.

Vicente Peña, director del Fanning, señaló que la remodelación del colegio está desde hace dos años y por esa razón, desde el 2010, las alumnas tienen que estudiar en diferentes centros.

La situación fue incómoda, pues las alumnas recién fueron informadas del traslado ayer mismo, cuando debían iniciarse las clases.

Peña, el director, se mostró preocupado ya que las nuevas instalaciones a las que irán sus alumnas se encuentran en mal estado.

"Esta zona es muy peligrosa, algunas de las paredes están deterioradas y los baños están en mal estado, no podemos exponer a nuestras alumnas", mencionó.

Al respecto, el viceministro de Gestión Pedagógica, Fernando Bolaños, informó que en la capital de la República son los 30 colegios estatales que se encuentran con obras inconclusas y que allí se instalarán aulas prefabricadas.

Entre ellas, están nada menos que Nuestra Señora de Guadalupe y el Pedro A. Labarthe, además de otros centros en diversos conos de la capital.

Entre tanto, de igual forma, en el colegio San Pedro de Bellavista (Callao) una pared se desplomó, lo que generó que la zona fuese acordonada por Defensa Civil.

El hecho obligó a que las clases se suspendieran por 5 días, lo que hará que 2 mil alumnos pierdan clases.

Similar situación se vivió en el colegio Manuel Scorza de Carabayllo en la que los riesgos de infraestructura obligaron a los padres a ordenar a sus hijos que no ingresen y retornen a sus casas hasta que la UGEL de la zona les dé una solución.

TAMBIÉN EN PROVINCIAS. Más allá de Lima la situación fue todavía menos positiva. La Dirección Regional de Educación de Junín informó que seis centros educativos no iniciaron clases.

Allí, el colegio Rafael Gastelúa, en Satipo, tuvo problemas de infraestructura y el Santa Isabel, en Huancayo, se estaba demoliendo y se había retrasado la nivelación del terreno.

Se supo que sus más de 4 mil escolares estudiarán en aulas prefabricadas en el Instituto de Palián.

Adicionalmente, en la Ciudad Blanca, se pudo comprobar que en el colegio de mujeres Arequipa, los servicios higiénicos no tenían agua potable debido a una supuesta deuda con Sedapar.

Sin embargo, el director dijo que el servicio ya fue cancelado, algo que fue confirmado por la Fiscalía de Prevención del Delito.

En Chiclayo, algunos colegios como el Elvira García y García tampoco iniciaron clases debido a serias deficiencias en el mobiliario.

Ante ello, las labores académicas fueron postergadas hasta la próxima semana.

Asimismo, en esa misma región del país, el colegio San José -uno de los principales de la zona- tampoco inició labores escolares debido a que no cuenta con energía eléctrica ni agua potable.

Al realizar un balance, Julio Vásquez, gerente de Educación regional, sostuvo que fueron en total unos 20 mil escolares los que no iniciaron clases por problemas de mobiliarios en las zonas rurales de las provincias de Chiclayo, Lambayeque y Ferreñafe.

En Trujillo, el panorama no fue distinto y unos 3 mil estudiantes retrasaron sus actividades por las deficiencias de sus colegios.