Hasta la tarde de ayer, el nivel de ejecución presupuestal en el Gobierno Regional de Puno para el rubro inversiones era del 22%, lo que lo posiciona en el penúltimo lugar a nivel nacional, superando solamente a la región La Libertad (21,7%). Todo esto empeora la crítica situación que se vive en el edificio regional. El tiempo corre y los plazos se acortan cada vez para mostrar resultados.
Hay que tener en cuenta que el propio gerente general Elmer Monteblanco Matos dijo después de su llegada como el “flamante jale” del presidente Mauricio Rodríguez Rodríguez, que en agosto se empezarían a mostrar mejorías. Pero la realidad dice otra cosa.
La desesperación se ha apoderado de la gestión Rodríguez, tanto así que el gerente Elmer Monteblanco Matos se atreve a citar en un documento público la grave situación en la que se encuentran, admitiendo que hay retrasos en la ejecución de obras.
Correo accedió al Memorándum N° 533-2012-GR PUNO/GGR, de fecha 15 de agosto del año en curso, el mismo que es dirigido al ingeniero Santos Zeballos Alvarado (director sectorial II) para comunicarle que requiere su “asesoría” en la Gerencia General “hasta cuando la autoridad lo determine”.
Es decir, que Santos Zeballos Alvarado es el nuevo asesor de Monteblanco Matos desde el 16 de este mes. Hasta aquí poco hay de insólito, empero es preciso revisar un poco más los antecedentes para tener idea de lo que sucede en esta institución.
EL HOMBRE. Precisamente, la clave es el ingeniero Santos Zeballos Alvarado, trabajador nombrado del Gobierno Regional de Puno desde 1980. Sucede que él no es nuevo en temas de asesoría; por citar un ejemplo, fue uno de los principales brazos del antecesor del actual gerente Monteblanco, Alcides Huamaní Peralta.
Según el Memorándum N° 418-2011-GR-PUNO/GGR, firmado por el entonces gerente Huamaní, se ordena a Santos Zevallos “constituirse en la Gerencia General Regional, donde se le asignarán funciones inherentes a su cargo...”, funciones que deja de desempeñar el 28 de febrero del presente año, cuando Huamaní “renuncia” al cargo.
A decir del ingeniero Alcides Huamaní, Santos Zeballos “cumplió labores de asistencia” durante ese periodo, considerando que tiene experiencia y formación en los asuntos de su competencia. Una suerte de asesor finalmente.
El mismo Elmer Monteblanco Matos confirmó en comunicación telefónica con este matutino que Santos Zeballos cumple labores de asesoría en su despacho, aunque dijo que no tendría contacto directo con él, sino que es más bien “el asesor de su asesor”.
Lo que al parecer no ha tenido en cuenta el gobierno “Honesto y Productivo” son los antecedentes del funcionario que asesora a Monteblanco Matos; faltas, sanciones, procesos administrativos y suspensiones son los colores que pintan al varias veces asesor regional. Un informe publicado por este matutino en junio del año 2005, cuando curiosamente Santos Zeballos fue asesor de la entonces presidenta (e) de la región, Sonia Frisancho Pacheco, nos da referencias del pasado del hoy asesor regional.
El 4 de agosto del 1980, Zeballos obtuvo su primera llamada de atención, mediante el Memorando 275-80-DR-PIL. El 3 de mayo de 1984, mediante Resolución 141-84-P-CORPUNO, fue obligado a pagar la suma de 12 millones de soles, por la pérdida de un nivel de ingeniero, debido a que las investigaciones realizadas lo encontraron responsable fiscal solidario.
MAQUINARIAS. Dos años más tarde, el 16 de diciembre de 1986, la entonces Corporación de Fomento y Promoción Social y Económica de Puno (CORPUNO), a través de la Resolución 596-86, resuelve instaurar el primer proceso administrativo a Zeballos. La causa fue que empleó maquinarias pesadas de la institución (cargador frontal y tractor), para trabajos particulares sin la debida autorización de la alta dirección.
Según la Resolución 322-88-P-CORPUNO, Zeballos dispuso apoyar con maquinaria pesada a una empresa particular para el movimiento de tierras en el sector de Huáscar, sin el debido consentimiento de sus jefes inmediatos. Esta acción provocó que el 24 de octubre de 1988, tras sendas investigaciones, la presidencia de CORPUNO resolviera imponer una sanción disciplinaria con suspensión de pago de haberes por 30 días.
Asimismo, el 2 de diciembre de 1991, con Resolución Subrregional 875-91-D-OSRTP, el consejero fue sancionado con tres días sin goce de haber; el motivo fue incumplimiento y falta de responsabilidad en la preparación de un carro alegórico para las fiestas de noviembre.
El 22 de abril de 1992, además de haber recibido una suspensión de 10 días, Santos Zeballos fue obligado por el entonces Consejo Transitorio de Administración Regional (CTAR Puno) a pagar la suma de mil 736 soles. Esta vez la causa fue haber alquilado de manera inconsulta maquinaria pesada a terceros.
NEGLIGENCIA. El ex CTAR, en 1994 ejecutó la carretera Juliaca-Lampa. En su primera etapa esta obra demandó presupuestos adicionales para su culminación, generados por deficiencias en su expediente técnico elaborado en 1983. Para su aprobación solo se actualizó a nivel de costos y presupuesto, mas no con respecto a trazos y ejes. Este hecho ocasionó que la Contraloría General de la República no apruebe un presupuesto adicional.
La Resolución 252-97-CTAR-MTP, del 09 de junio de 1997, precisa que estos errores son atribuidos al exgerente de Operaciones del ex CTAR, Santos Zeballos. Las faltas incurridas fueron por haber incumplido normas establecidas por ley y por negligencia en el desempeño de sus funciones al haber aprobado y ejecutado el expediente sin observar las deficiencias que este contenía. Producto de esta situación, Santos Zeballos fue suspendido por 60 días sin goce de remuneraciones.
DONACIONES. Uno de los actos más graves en su haber es un proceso administrativo por la sustracción de 66 cajas de materiales quirúrgicos que fueron donados por la Catholic Healtcare Partners and Hope Link International en mayo de 1999. La Resolución Ejecutiva 445-99-PE-CTAR-PUNO precisa que los servidores Santos Zeballos y Angel Huapaya fueron comisionados para trasladar la donación desde la ciudad de Ilo.
Los servidores habrían recibido en sus manos un total de 543 cajas de equipos médicos, las cuales partieron a Puno el 12 de agosto de 1999. Al momento de la entrega, la comisión receptora de los equipos estableció un faltante de 16 cajas con respecto a la relación de origen. Los equipos fueron internados en los almacenes de Salcedo.
El documento establece que los días 10 y 20 de setiembre del mismo año, sin autorización de la alta dirección, se retiraron 50 cajas más.
Este oscuro hecho ocasionó que la presidencia del entonces CTAR-PUNO instaurara proceso administrativo disciplinario contra Santos Zeballos y otros, por los cargos señalados en el Informe 020-99-CTAR-PUNO. Pero por el mismo proceso, el 6 de marzo del 2000 se emite la Resolución 131-200-PE-CTAR-PUNO, donde se le suspende sin goce de remuneraciones.
SANCIÓN. Como colofón se encuentra la Resolución Ejecutiva 566-2000-PE-CTAR-PUNO, publicada en el diario oficial El Peruano el 8 de diciembre del 2000, mediante la cual Santos Zeballos es sancionado con destitución definitiva de la institución pública puneña.
El documento refiere que el procesado incurrió en negligencia en el desempeño de sus funciones en forma inexcusable, por la forma y circunstancias, en agravio del CTAR Puno y por ende del Estado, durante el proceso de adquisición de un rodillo vibratorio por la suma de 151 mil soles.
En el proceso de compra, Santos Zeballos habría cambiado la segunda página de los términos de referencia de la maquinaria por otra con especificaciones técnicas no acordes a las establecidas inicialmente. Esta situación fue tipificada como inmoralidad al haber tratado de sorprender a la autoridad con grave consecuencia de responsabilidad penal.