No podía ser de otra manera. El entierro del reconocido poeta Luzgardo Medina Egoavil ha sido, a su vez, una poesía.
Más de 200 personas, entre familiares, amigos entrañables, y quienes siguieron y admiraron su trabajo, llegaron hoy a las 16:00 horas hasta el cementerio Parque de la Esperanza, donde le dieron el último adiós recitándole un repertorio de sus mejores poemas.
Asimismo, se realizó la liturgia y sus familiares recordaron los mejores momentos al lado del escritor, y señalaron que su legado vivirá y trascenderá siempre, mientras exista el amor por los versos y la literatura.
Finalmente, a las 18:20 horas fue enterrado. Pero solo en cuerpo, pues sus escritos prevalecen y viven y revivien cada vez que alguien recita su poesía.