FALTA DE EMPATÍA. No respetar las medidas para evitar la propagación del COVID-19, como evitar las aglomeraciones de gente, denota que nos falta pensar mucho más en el otro, sostiene el científico. (AP Photo/Martin Mejia)
FALTA DE EMPATÍA. No respetar las medidas para evitar la propagación del COVID-19, como evitar las aglomeraciones de gente, denota que nos falta pensar mucho más en el otro, sostiene el científico. (AP Photo/Martin Mejia)

Escrito por Karina Valencia y Gabriel Mazzei

Desde el primer día del estado de emergencia por el nuevo coronavirus, cuando se establecieron las reglas sanitarias de distancia social y no aglomeración en las calles, cientos de personas desacataron las normas impuestas por el Gobierno, y se expusieron al contagio de la enfermedad, así como a sus familiares.

En ese marco, la concentración de un grupo de hinchas de Universitario de Deportes con ocasión del 96 aniversario del club deportivo es solo una muestra más de la continua desobediencia de un sector importante de la sociedad a las normas contra la pandemia. Sin duda, una conducta que trasciende los límites del fútbol.

Correo conversó con el sociólogo Aldo Panfichi, el antropólogo Raúl Castro Pérez y el psicoanalista Moisés Lemij Malamud, quienes arribaron a dicha conclusión y emitieron valiosos conceptos para tratar de entender este comportamiento pese a los efectos devastadores del coronavirus.

“El fútbol no está disociado de lo que sucede en otros ámbitos de la sociedad. Lo que hemos visto ayer (la marcha de hinchas de la “U”) revela procesos muy similares en otras esferas de la sociedad. En la actualidad, en el Perú, hay instituciones débiles con poco liderazgo en la lucha contra la pandemia. En ese contexto, tenemos una coexistencia de grupos que acatan las medidas sanitarias y otros que la desafían”, señaló Panfichi.

En su análisis, el sociólogo no escatima en señalar que este grupo de hinchas tuvieron “un alto grado de irresponsabilidad”, al exponer su salud y la de sus familiares, cuando retornen a sus hogares.

“(Su comportamiento), como el de otros grupos que han desacatado las normas sanitarias de la distancia social, por ejemplo, muestra que no han incorporado en su vida diaria que vivimos en una pandemia. Demuestra un bajo nivel de educación cívica, dejando que las pasiones los dominen y desborden. Es un grado de irresponsabilidad enorme no solo con ellos sino con sus familiares”, señaló.

Pero, ¿quiénes son estos hinchas y qué nos quiere decir su conducta? Panfichi responde: “se trata de un grupo, hombres jóvenes en su mayoría, que -sin justificar su comportamiento- están viviendo, como toda la sociedad, una presión muy grande emocional y económica. No tienen los recursos para poder canalizar esas tensiones de otra manera que no sea salir a gritar, desfogar, a hacer expresiones de lealtad a un club determinado de fútbol, prescindiendo del contexto en el que vivimos”.

Sin duda, este no ha sido el único hecho de desacato durante la emergencia sanitaria.

Por mencionar algunos ejemplos (ver infografía), la medianoche del último viernes, se reportó en diversos distritos de Lima el estruendo de fuegos artificiales por el aniversario de la “U”. La semana pasada, dos facciones de hinchas de Alianza Lima se enfrentaron en las afueras del estadio Matute. Y antes de ello, fue común ver grupos de personas aglomerándose en las calles por unas cervezas, de compras o paseando en plena cuarentena.

“Los grupos de hinchas, como otras organizaciones civiles o religiosas que hacen fiestas o reuniones familiares en pleno toque de queda, revelan una expresión de desafío de un grupo de la sociedad civil que pone en cuestión o desafía a la autoridad. Estos grupos se ponen escépticos o son indiferentes a las medidas de protección social y sanitaria que el Estado impone por la emergencia”, apuntó Castro Pérez.

El también director de la carrera de Comunicación de la Universidad Científica del Sur dijo que los clubes deportivos deben asumir la responsabilidad sobre sus hinchas, enfatizando la idea de que el deporte también tiene que ver “con la formación de buenos ciudadanos”.

ANÁLISIS. Para el psicoanalista Moisés Lemlij, lo acontecido respecto a la criticada congregación de hinchas pese a las normas de emergencia sanitaria, se trata “de una respuesta en masa”, en el que “los sentidos comunes y la sensatez del individuo se pierde”.

“La respuesta global embrutece más si es que no hay un liderazgo centrado y adecuado”, indicó.

Lemlij explicó que al no hallarse un liderazgo coherente o sensato, la respuesta en masa es “absolutamente emotiva, desorganizada y caótica”, a través de la cual se buscan herramientas “para apagar el miedo”. Esto último, en referencia a la poca precaución que existe frente a un posible contagio de COVID-19.

“Los vecinos se van contagiando, es casi como un virus, del falso coraje y valor del otro exacerbado por el anonimato, por la pérdida de la responsabilidad individual. (...) Es como que la “U” te da la excusa para tapar, además, tu miedo”, señaló.

“La desoganización nacional se va a expresar en puntos críticos que explotan, el fútbol, Gamarra, gente buscando oxígeno en hospitales, entre otros”, añadió.

Frente a ello, el experto sostuvo que un líder “que es además un modelo, muestra sensatez y es vista con aceptación en ese papel es la ministra de Salud, Pilzar Mazzetti.

“Es la única líder que está siendo aceptada por todos, porque tiene un liderazgo de sensatez. Es todo lo que ahora se necesita (...). Lo que la gente quiere es una voz de sentido común, que sientas que te están diciendo la verdad y te dan una esperanza sensata”, expresó.

DECISIÓN. Entre tanto, ayer, el premier Walter Martos informó que el fútbol volverá siempre y cuando la Federación Peruana de Fútbol (FPF) y los representantes de los clubes aseguren que estos hechos no volverán a suceder.

En ese sentido, expresó que espera reunirse con los representantes de la FPF, la policía e incluso los representantes de las barras.

“Si la Federación conversa con ellos y nos asegura de que esto no va a volver a suceder, llegaremos a un acuerdo (....). La Federación y los representantes de las barras tienen que asegurarnos que esto no va a volver a suceder. Esto no es un partido de fútbol”, añadió.

Por su parte, en un comunicado, el Instituto Peruano del Deporte (IPD) dio cuenta que la suspensión de la fecha fue justamente por “haber ocasionado situaciones de riesgo en temas de salud y seguridad”. Hoy y mañana el premier y los directivos del fútbol peruano sostendrán reuniones claves para tomar una decisión definitiva sobre este deporte.