Día de Venezuela: ¿Cómo celebran los jóvenes migrantes en Perú?
Día de Venezuela: ¿Cómo celebran los jóvenes migrantes en Perú?

Cada 5 de julio se celebra el Día Nacional de Venezuela en conmemoración a su independencia del imperio español en el año 1811. A pesar de la importante fecha, los motivos para celebrar son escasos debido a que el país llanero sufre su peor crisis, la cual se ve reflejada en los más de 4 millones de personas que han escapado hacia otros países en busca de un mejor futuro. 

La migración venezolana creció 475% en los últimos cuatro años, según cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) publicadas en junio.

Venezolanos en Perú

Pese a la dramática situación en Venezuela, los migrantes se rehúsan a olvidar su independencia. Tal es el caso de Miguel, de 17 años, quien actualmente estudia y trabaja a medio tiempo como portero en un edificio residencial para apoyar a su mamá con los gastos de casa.

Miguel fue entrevistado por la ONG World Vision Perú y es uno de los más de 800 mil venezolanos que viven en Perú de acuerdo de Migraciones y contó cómo recuerda, al igual que miles de compatriotas, el Día Nacional de Venezuela.

“Hay bailes culturales, es una celebración con fuegos artificiales. Además, hay comida, bebidas y se comparte con la familia. La gente prepara dulces como arroz con leche y cabello de ángel”, cuenta y a pesar de no encontrarse en su natal, piensa celebrar con su familia aquí en Perú.

“Podría reunirme con algunos venezolanos aquí, pero es difícil porque algunos están trabajando, sin embargo, se podría hacer alguna actividad junto a mi familia”, detalla Miguel.

Extranjeros inmigrantes en Perú 

Según el INEI, los venezolanos representan el 24.6% del total de extranjeros inmigrantes en el Perú. Una de ellas es Yaheli, de 22 años, quien recuerda cómo celebran en su país el Día de Venezuela. “En algunos colegios hacen representaciones de ese día. También se cuelgan las banderas en las casas. En Caracas hay desfiles militares. No tenía planeado hacer algo aquí. Soy nueva en el trabajo y me da vergüenza pedir permiso para celebrar”, cuenta.

El sueño de ser profesionales

A pesar de lo complicado que es establecerse en un país con costumbres distintas, los adolescentes apoyados por esta ONG no se conforman y quieren seguir progresando mediante la culminación de estudios universitarios. “A mí me gustaría estudiar psicología porque me gusta mucho ayudar a las personas que tienen problemas. Me gusta estar ahí para dar un consejo y ayudarlas a sentirse mejor”, afirma Roxana, de 15 años, quien vive en un albergue junto a su mamá y hermanas.

“A mí me gusta mucho la música, yo sé cantar y una de las carreras que estaría en mis opciones sería la música. Otra podría ser el diseño de modas”, dice Gabriela, de 13 años, hermana de Roxana.

“Aquí estoy aprendiendo soldadura industrial de refinería para el ámbito petrolífero. Además, estudio inglés. Mis planes son irme a España con mi familia, en uno o dos años, y retomar mi carrera de ingeniería de sistemas o especializarme en otra cosa”, concluye Miguel.