El chatarreo o cómo convertir una combi en un cubo de un metro cuadrado
El chatarreo o cómo convertir una combi en un cubo de un metro cuadrado

La revista Correo Semanal visitó una planta de chatarreo para averiguar cómo se transforma a las combis y coasters en cubos de metal de un metro cuadrado y se encontró con que los dueños de estos vehículos sentían este hecho como la pérdida de un ser querido.

La crónica es de Karen Espejo y las fotos de Federico Romero.

La última parada

Mil setecientas combis y buses con más de veinte años han sido convertidos en chatarra ¿Cómo así un vehículo se transforma en un cubo de un metro cuadrado? Aquí una incursión a la planta de chatarreo

Ella está tendida en la pista. Inerte. Un miembro de la familia Visa Fernández va a morir. Es su destino. "No sabe cómo estoy sintiendo aquí dentro, señorita", dice Juan Visa mientras se toca el pecho con la mano derecha. "Su ausencia va a ser una pena, era parte de la familia. Con ella hemos podido educar a nuestros cuatro hijos, darles universidad, casa, comida", asegura Vilma Fernández con el rostro acongojado. Delante de la pareja, "ella", una combi destartalada del año 1988, está a punto de partir.

La planta de chatarreo, en Huachipa, parece más una morgue que un centro en donde los vehículos son convertidos en dados de chatarra. "Los propietarios lloran en la puerta. Hasta hemos tenido desmayados. Para ellos es muy duro ver destruidas las unidades con las que han salido adelante por tanto tiempo", confiesa Carlos Sumuso, gerente general de Ferrocas, operador de la planta. Desde abril del año pasado, a través del Programa de Chatarreo de la Municipalidad de Lima, este ha sido el destino de 1.700 combis, microbuses y buses con más de 20 años de antigüedad, cuyas rutas estaban en el área de influencia del Metropolitano. Y 800 unidades más ya están en lista de espera.

Puedes leer la crónica completa en la edición 126 de la revista que salió a la venta hoy.