En busca de un sueño: ruta ilegal de los extranjeros
En busca de un sueño: ruta ilegal de los extranjeros

El chef Cedulmé Pitzler dejó a sus dos pequeños hijos en Haití a cargo de una vecina. Tras ahorrar siete mil dólares decidió abandonar su país y seguir el sueño de muchos de sus compatriotas: encontrar un empleo digno en una ciudad extranjera que le permita una mejor vida para él y su familia. Todo iba bien, a pesar de las múltiples dificultades que había pasado, y esperaba alcanzar muy pronto su anhelado sueño. Pero todo se frustró cuando él y otros doce compatriotas fueron intervenidos en el terminal terrestre de la ciudad de Arequipa por los efectivos de Trata de Personas de la Policía Nacional.

SIN FUTURO. Según las estadísticas de la División de Investigación de Tráfico Ilícito de Migrantes, en lo que va del año 241 ciudadanos haitianos fueron intervenidos en los diferentes terminales terrestres del país cuando pretendían hacer escala y viajar a otras provincias, a fin de continuar con su viaje migratorio.

El segundo lugar de esa lista lo ocupa el país africano de Ghana con 23, seguida por personas procedentes de Pakistán, que llega a 16 intervenidos. Hasta setiembre, 339 extranjeros fueron intervenidos y expulsados de nuestro país. Durante todo el 2015, la División de Investigación de Tráfico ilícito de Migrantes de la Dirincri expulsó a 352 inmigrantes de diferentes nacionalidades.

Teniendo en cuenta que falta un poco menos de tres meses para que concluya el año 2016, es probable que la cifra de foráneos expulsados supere las cifras de 2015.

MÁS HOMBRES. El coronel Manuel Roncalla, jefe de esa dependencia policial, explicó que estas personas deciden dejar su país de origen debido a la crisis económica en que se encuentran o los desastres naturales que los han golpeado. “La pobreza o extrema pobreza en la que viven los obligan a dejar su país para buscar mejoras económicas”, expresó.

Las cifras muestran que del total de migrantes, el 80% son hombres y el 20% mujeres. “Son los hombres y cabezas de familia los que salen de su país para buscar mejoras económicas en Estados Unidos o en algún país de Europa”, informó el coronel PNP.

NEGOCIO. Roncalla reveló que estos ciudadanos extranjeros pagan de tres mil a cinco mil dólares por persona a organizaciones delictivas para que los hagan pasar la frontera. En el caso de las personas que llegan de las naciones de oriente, el precio se incrementa debido a la lejanía y ellos llegan a invertir hasta 10 mil dólares por pase.

A principios de este año, un ciudadano pakistaní fue intervenido en el terminal terrestre de Fiori cuando estaba a punto de abordar un bus al interior del país. En su castellano “masticado”, dijo a los agentes de la Policía Nacional que su sueño era viajar a los Estados Unidos porque tenía ocho hijos y en su país no encontraba trabajo.

“Estos señores (las mafias) me han tratado como a un animal, pero yo sigo adelante por mis hijos”, manifestó a la PNP. También reveló que cuando llegó a Lima se hospedó en una casa en el Rímac, ese señor tenía los contactos para que le haga cumplir su sueño americano, pero lo estafó y lo dejó abandonado a su suerte.

PAÍS DE TRÁNSITO. Pese a los cobros excesivos, las bandas de tráfico de migrantes los transportan en condiciones infrahumanas. “Son transportados en camiones de carga o en cámaras frigoríficas. Los hacen dormir en el piso y hasta los tienen sin alimentos por largas horas”, prosiguió informando el coronel.

Sin embargo, precisó que las grandes mafias están en los países fronterizos. En el Perú solo están los mediadores. “En nuestro país no existen estas bandas que captan a los ilegales, acá solo hay personas que sirven como nexos con los ilegales”, agregó. Sobre los ciudadanos extranjeros intervenidos, señaló que la PNP envía un atestado a la Oficina de Migraciones para que evalúe la situación en que se encuentran los inmigrantes, pero esta dependencia se demora en emitir una resolución sobre el caso de los intervenidos y poco después la mayoría de estas personas son puestas en libertad.

VECINOS

Venezolanos y colombianos también dejan sus países

En los últimos tres años, los ciudadanos venezolanos y colombianos vienen invadiendo nuestro país en busca de un trabajo, ya que en el suyo no lo encuentran.

“Hay varios muchachos que trabajan de malabaristas en los semáforos. Ellos están de forma ilegal y son intervenidos, pero al poco tiempo son puestos en libertad. Mientras que las mujeres venezolanas trabajan en los centros de diversión”, informó la Policía Nacional.

CIFRA

9 ciudadanos de nacionalidad india fueron intervenidos este año.

11 senegaleses fueron expulsados de nuestro país durante este año.

16 pakistaníes fueron intervenidos en diferentes terminales terrestres.