La noche del último jueves, decenas de manifestantes se hallaban protestando en Machu Picchu Pueblo, cuando se registró una refriega con la Policía, la misma que terminó con al menos dos pobladores heridos.
El hecho se registró aproximadamente a las 19:00 horas en el sector conocido como Parahuachayoc, donde los manifestantes querían hacer su paso hacia las vías del tren, siendo impedidos por la Policía, que finalmente soltó gas lacrimógeno para dispersar a los huelguistas.
“Estábamos protestando pacíficamente en el cruce del tren cuando de pronto soltaron las bombas lacrimógenas, todo estaba oscuro y sentí un golpe en la cabeza, después me agarré y vi que estaba sangrando, voy a ir a hacerme ver si es grave a la posta, no estábamos haciendo nada”, señaló uno de los heridos.
Desde tempranas horas del último jueves, las manifestaciones contra el nuevo sistema de boletaje a Machu Picchu, vía Joinnus, iniciaron en Cusco y en Machu Picchu Pueblo. Decenas de personas marchan en diversos frentes.
Luego de salir a protestar por las calles de Machu Picchu Pueblo, un grupo de manifestantes se dirigió hacia las zonas conocidas como Helipuerto y Qorihuayrachina, donde accedieron a las vías del tren, marchando sobre los durmientes e impidiendo el paso de los convoys.
Se reportó que hasta en horas de la noche, dos trenes de las empresas PeruRail e Inca Rail estaban retenidos sin poder movilizarse, la Policía busca desbloquear las vías para que los visitantes puedan retomar viaje de ida y retorno a Machu Picchu.
Más antes desde el Ministerio de Cultura confirmaron que los tickets a Machu Picchu se seguirán vendiendo a través de Joinnus, debido a que han recibido reportes de la ‘desaparición’ de hasta ocho millones de soles por concepto de entradas, presunto delito que debería parar con el uso del nuevo sistema de boletaje.
DATO:
- Trabajadores CAS de Cultura y personas ligadas al turismo, reclaman contra la puesta en funcionamiento del nuevo sistema de boletaje para Machu Picchu vía Joinnus, señalan que es muy lento y presenta muchas fallas, además de representar el inicio de la ‘privatización’ de Machu Picchu. De otro lado, otras personas apoyan este cambio de software, debido a que el anterior, manejado por Cultura, fue constantemente denunciado por propiciar el acaparamiento y ‘ruletaje’ de boletos. Las opiniones están divididas.