Basta con dar una vuelta por el Poder Judicial y revisar la cantidad de procesos que existen por expropiación de tierras para comprobar la injusticia y el exceso que significó la dictadura de los años 70 y el fallido intento de la Reforma Agraria en nuestro país. Uno de estos procesos es el que actualmente enfrenta a la familia Marsano con el Banco de la Nación, cuya disputa se inició hace casi 10 años y hasta la fecha, al igual que cientos de expedientes, aún no encuentra un final. El referido pleito data de 1970, cuando a través de un decreto ley emitido por el gobierno del dictador Juan Velasco Alvarado, se expropian más de 70 mil m2 ubicados en lo que actualmente se conoce como “La Calera”, en Surquillo. ¿QUÉ RECLAMAN? Según Francisco Chirinos Soto, abogado de la familia Marsano, dicha expropiación fue “ilegal”, pues el Estado no cumplió con los términos que establecía el decreto de expropiación por ese concepto. “La expropiación, sustancialmente arbitraria, no cumplió con su propia normatividad. El fin de la medida fue levantar un complejo habitacional para los empleados del banco y esto no se cumplió dentro del plazo establecido, que fue un año”, expresó. “El Estado y el banco incumplieron su propia normatividad; por esta razón, siguiendo la propia disposición de la Ley de Reforma Agraria, solicitamos la reversión de esos terrenos”, anotó. Las tierras en cuestión, situadas frente al Coliseo Dibós, pertenecían a don Enrique Marsano Campodónico. ACUSAN AL BANCO. La familia Marsano demandó ante el Poder Judicial una indemnización por esos terrenos. Chirinos Soto explicó que, al resultar imposible recuperar las tierras porque ahora hay construcciones allí, solicitan el pago de su valorización, que debe establecerse mediante un peritaje. “El banco quiere confundir a la opinión pública pretendiendo decir que la familia Marsano intenta cobros por ciento y tantos millones de dólares, lo que no es verdad. La pretensión es mucho más reducida, mucho más modesta. El monto lo determinará un peritaje especializado”, precisó. Actualmente, los Marsano lograron una resolución de amparo de la Corte Superior de Lima, que declaró nula una disposición de la Corte Suprema que los desfavoreció. “Este último recurso echa por tierra la versión del Banco de la Nación en el sentido de que se trata de un pleito terminado. No es verdad: el pleito está en plena vigencia”, puntualizó Chirinos Soto.