Fieles degustan la porciúncula, plato de puchero franciscano
Fieles degustan la porciúncula, plato de puchero franciscano

Como ocurre cada año y rememorando el verdadero significado de compartir, centenares de personas de distintas condiciones sociales llegaron ayer al Convento de Ocopa, para participar de la liturgia y probar la porciúncula, un plato de “puchero franciscano”, cocida en 10 gigantescas ollas gracias a las donaciones de personas anónimas.

“Se recuerda esta tradición de hace años, cuando en Ocopa daban de comer a todos los peregrinos. Muchos llevaban sus platos para recibir esta bendición alimentaria de Francisco. Nadie se quedaba sin comer porque los peroles alcanzaban para todos. Era como un milagro de Dios. Ahora se degusta la “patasca”, dice el padre Jorge Cajo.

CENTENARES. Después de la misa aproximadamente 600 personas recibieron el “puchero franciscano” para paladearla, y en mucho de ellos prima la idea de el platillo, al estar bendecido, contribuye también al perdón de los pecados.

“Dios bendiga a los hermanos franciscanos y multiplique su bendición para que en nuestro país ninguna persona sufra hambre”, mencionó Carlos Quinto, quien se llevó un táper de “patasca” para su esposa.

Similares costumbres todavía se viven en conventos de los franciscanos en Lima, Arequipa y Ocopa.