Dan las dos de la tarde en Cotabambas y, como antaño, en cada aniversario patrio se dará inició a la corrida india o Turupukllay. Cotabambas es una de las provincias de la región Apurímac, hasta el momento desconocida y misteriosa incluso para una gran parte de peruanos. Sin embargo este día cientos de visitantes del sur del país se han desplazado hasta aquí para presenciar ese espectáculo que tan bien supo narrar el escritor José María Arguedas en una de sus más famosas novelas: Yawar Fiesta.Suenan los wakawak'ras (trompetas de cuerno de toro) y los pobladores desfilan danzando por toda la localidad, arrastrando en su delirante marcha a todo transeúnte hacia el coso de la ciudad. No es necesario mucho esfuerzo porque la gente se suma. Cuando se llega al pampón ya muchos han ocupado un lugar, un asiento. La corrida india es un evento lleno de expectativa donde un toro debe enfrentarse a una decena de toreros o capeadores espontáneos.No obstante cuando el primer toro es liberado nadie lo reta. Aún hay nerviosismo.“Es un toro bravo, la gente ya sabe, es el comienzo, y recién a medida que pase la tarde los toreros se van a animar”, dice Gerardo Huaquille, un antiguo capeador cotabambino.Y como el toro está parado allí y nadie lo capea sueltan a una vaca para que así, ambos puedan retornar a la estancia con el resto de reses.EL CÓNDOR. Mientras tanto el cóndor cautivo se encuentra en la casa del alcalde.“Quizá la tarea más difícil en torno a esta celebración sea atrapar este animal”, dice Martha Grandes.Y es que los comuneros pasan varios días agazapados hasta que el animal baje a comer la presa que se le ha puesto como carnada. Mi hermano que tenía fama de saber atrapar a varios cóndores, pasó incluso hasta quince días debajo de paja hasta poder atraparlo“, asevera.Y así es. Algunos han seguido hasta la localidad de Coyllurqui, a unas horas de Cotabambas, por temor a que la fiesta no se realice a falta del ave. Este año en Coyllurqui han atrapado a dos: ”Pero no es verdad que Coyllurqui sea la cuna de esta fiesta, solo que es más seguro que allí sí atrapen a un Cóndor“, replica Grandes.