La escritora mexicana Guadalupe Nettel llegó a Lima a inicios de mes para presentar su libro de cuentos El matrimonio de los peces rojos, donde relata las semejanzas del comportamiento entre animales y personas.
Ella también habla del problema ocular que padece, situación que incentivó su pasión por la literatura.
¿De qué trata El matrimonio de los peces rojos?
Es un libro de cuentos que ganó el Premio Ribera del Duero. Hay dos historias paralelas: de animales y seres humanos que se casan entre ellos. En el primer cuento hay un matrimonio que está esperando un bebé y recibe de regalo una pareja de peces rojos. La mujer está teniendo mala relación con su marido, empieza a darse cuenta de todo lo que pasa con su pareja observando la pecera. En el segundo cuento aparece un narrador masculino, habla de su infancia y cómo las cucarachas invadieron la casa de sus tíos. Es una guerra de especies. El cuento habla de México, de la lucha de clases, de la sensación de ser un outsider en su propia familia.
¿Te interesa reflejar México en tus novelas?
No es algo que me preocupe, pero hay textos en los que de forma natural aflora lo que uno es; me pasa a veces que surge México. En otro cuento hay una serpiente; en otros, gatos, hongos, animales sinuosos que parasitan a los seres humanos. (...) En documentales veo paralelismo entre los animales y el comportamiento de los seres humanos.
¿Cómo te hiciste escritora?
Yo nací con un problema fuerte en un ojo y uno menos fuerte en el otro. Estuve relegada, sufrí el típico bullying a la niña defectuosa, me desenvolvía como podía. Cuando me quitaban el parche, me gustaba refugiarme en los libros. Muy pronto empecé a escribir cuentos para vengarme de los niños que me hacían travesuras.
¿Cuál es tu problema en los ojos?
Hay una catarata, nistagmo, una mancha arriba de la córnea: un cóctel de enfermedades. Se dice que esa mancha es un síndrome de Peters y suele generar cataratas. Por eso muevo los ojos como si tuviera estrabismo.
¿Hay algún tratamiento médico?
Por el momento no. Es riesgoso, y sobre todo no garantiza mejoría. El tema de la ceguera siempre me ha obsesionado y he sacado provecho de ello en mis libros. Creo que determina bastante todo lo que escribo. Esta novela autobiográfica habla también de una chica que está a punto de perder la vista, de la transición del mundo de la luz al de la oscuridad.