Hiperhidrosis: ¿cómo tratar una excesiva sudoración?
Hiperhidrosis: ¿cómo tratar una excesiva sudoración?

Sudar sin poder controlarlo es síntoma de una  denominada hiperhidrosis, que se produce cuando las glándulas sudoríparas coordinadas por el sistema nervioso simpático, que puede aumentar o inhibir sus funciones, no se ajustan al balance térmico necesario del organismo.

Según el cirujano torácico Juan Velásquez, de la Clínica Ricardo Palma, este tipo de sudor excesivo se puede diferenciar de otros ocasionados por la tiroides o por el nerviosismo, ya que es irregular. “Esta enfermedad se presenta en cualquier momento, así haga frío o calor, debido a que el sistema nervioso es autónomo”. Por ello, el especialista señala que seguir terapias basadas en adquirir control sobre el propio cuerpo no sirve. La tranquilidad o el estrés son factores ajenos a este fenómeno.

Diagnóstico

La sudoración en pacientes con esta afección es imprevisible y se localiza en zonas determinadas como el rostro, las manos, las axilas o los pies. En la mayoría de casos, esta característica desencadena problemas en la vida social de las personas, pues por temor al rechazo evitan el contacto con los demás; ya que la humedad de su cuerpo o de su vestimenta y el mal olor los avergüenza. Por esta razón, el experto Velásquez recomienda que, si los padres identifican en sus hijos estos rasgos, se acuda a un dermatólogo para poder encontrar el tratamiento adecuado.

Tipos

La hiperhidrosis primaria, en la mayoría de los casos, se presenta de forma congénita; en cambio, cuando es secundaria, proviene de una enfermedad anterior, como la tuberculosis, el cáncer, las afecciones pulmonares, entre otros males.

Tratamientos

El doctor Velásquez señala que los procedimientos dependerán de la zona y del nivel de hiperhidrosis. Existen métodos cuyos resultados se ven gradualmente, como la técnica con bótox o la lontoforesis. El primer tratamiento funciona en el caso de la sudoración intensa en las axilas; se inyecta la toxina botulínica debajo del brazo para que temporalmente bloque los nervios. Por el contrario, la lontoforesis requiere de electricidad para cerrar temporalmente las glándulas sudoríparas. No obstante, cuando estas alternativas fallan, se puede tener en cuenta una operación. “Si un paciente desea algo rápido y determinante, la opción más viable es una cirugía, donde se bloquea directamente al nervio que provoca el sudor”, afirma el cirujano Velásquez.

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