Sudar sin poder controlarlo es síntoma de una enfermedad denominada hiperhidrosis, que se produce cuando las glándulas sudoríparas coordinadas por el sistema nervioso simpático, que puede aumentar o inhibir sus funciones, no se ajustan al balance térmico necesario del organismo.
Según el cirujano torácico Juan Velásquez, de la Clínica Ricardo Palma, este tipo de sudor excesivo se puede diferenciar de otros ocasionados por la tiroides o por el nerviosismo, ya que es irregular. “Esta enfermedad se presenta en cualquier momento, así haga frío o calor, debido a que el sistema nervioso es autónomo”. Por ello, el especialista señala que seguir terapias basadas en adquirir control sobre el propio cuerpo no sirve. La tranquilidad o el estrés son factores ajenos a este fenómeno.