Un diez de agosto de 1790, nació en Arequipa Mariano Melgar, uno de los personajes de mayor importancia académica y emancipadora en el país. Murió fusilado en 1815, cuando luchaba por la liberación de la opresión española. El próximo año se celebrará el bicentenario de su sacrificio.

Ayer, en una ceremonia en la que trajo al recuerdo el orgullo de haber nacido en la Ciudad Blanca y haber despertado en los jóvenes la idea libertaria, se realizó un homenaje al prócer, acto que se llevo a cabo en el parque que lleva su nombre, ubicado en la Av. Tacna y Arica. Autoridades y escolares recordaron a Melgar, trayendo a la memoria la gesta del poeta.

El catedrático universitario Carlos Gómez de la Torre fue el encargado del discurso de orden en la ceremonia de recordación. El académico destacó las dotes de Melgar, las que llevaron a considerarlo un niño prodigio.

"A los tres años de edad ya sabía leer, llegando a dominar el latín a los ocho años y hablar italiano e inglés a los doce", detalló Gómez de la Torre.

Agregó que junto a su inclinación por la lectura y el arte, nació en él un sentimiento revolucionario, especialmente cuando estuvo en el Seminario San Jerónimo. En esos años, el poeta arequipeño encontró en Virgilio y Ovidio la motivación para su causa .

Silvia. Sin embargo, uno de los hechos que marcó su vida fue haber conocido a María Santos Corrales y Salazar, su prima en segundo grado nombrada en sus versos como Silvia, quien impulsó su inspiración y sus dotes intelectuales. Con el recuerdo de la bella joven partiría a la ciudad de Lima, tal vez obligado por sus padres en un afán de apartarlo de su amor. Allí, estudiaría en los Claustros de San Carlos para entre libros contagiarse de ideas independentistas.

A su regreso a Arequipa, y desilusionado por el amor de Silvia, se recluye en Majes, donde trabaja como peón hasta que se une en la gesta emancipadora de Mateo Pumacahua para después ser prisionero en la batalla de Umachiri y ser condenado por un consejo de guerra a ser fusilado, teniendo solo 24 años de edad.

Obras. Melgar, durante su corta vida, dejó entre sus obras poemas y fábulas que han cambiado el pensar y la cultura de la provincia. Sus yaravíes han calado en el sentir de los arequipeños y de enamorados que no solo buscan libertad al amor sino también a una opresión social y política que hoy se debe rescatar ante la guerra constante contra la corrupción, la ignorancia y los valores.

Ayer, en el parque Melgar, se desarrolló el homenaje al prócer, acto al que asistieron autoridades de Arequipa y los estudiantes del colegio que lleva su nombre.

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