El personal médico y de enfermería del Hospital Regional de Loreto (Iquitos), epicentro del combate contra la COVID-19 en la selva peruana, ha sido diezmado por la virulencia de la enfermedad, a tal punto que el pedido a las autoridades para declarar el estado de “catástrofe sanitaria” en la ciudad se hace cada vez más fuerte.
Hasta ayer, solo 11 médicos seguían en pie dando la batalla para atender a más de 600 pacientes. Hay 35 galenos hospitalizados en dicho nosocomio en estado grave.
CIFRAS. Del total de 16 médicos fallecidos en todo el país las últimas semanas, once son del Hospital Regional de Loreto, y tres de ellos murieron la noche del lunes, confirmó el Colegio Médico del Perú.
Asimismo, las capacidades del nosocomio resultaron desbordadas por la cantidad creciente de enfermos (más de 600 hasta ayer); insuficiencia de oxígeno para los respiraderos mecánicos y la escasez de medicamentos y equipos de protección del personal sanitario.
PROTESTAS. La jefa de residentes de Medicina Interna del Hospital Regional de Loreto, Norka Trujillo, dijo ayer que 150 médicos resultaron contagiados en dos meses, la mayoría de los cuales no se ha reincorporado a sus labores.
Precisa que de 37 médicos activos, 17 han sido evacuados a Lima u otros centros, y 9 están graves, conectados a una ventilación mecánica “con la necesidad de ser derivados a Lima para que puedan estabilizarse”.
Un grupo de médicos del hospital de apoyo “César Garay” de Iquitos realizó un protesta frente al nosocomio.
También el dirigente médico Enrique Sicchar, del Hospital Regional, pidió al Gobierno declarar a Iquitos en situación de catástrofe sanitaria.
“Presidente Vizcarra, por favor,escuche la voz de los médicos. Exigimos a nuestro gobernador regional que solicite la ayuda internacional”, manifestó a este diario.