Imagen
Imagen

Tras los huaicos que han causado muerte, dolor y destrucción, los pobladores de Santa Eulalia y  tienen que afrontar el colapso de las redes de desagüe, el inmenso polvo que se levanta en la  al paso de las unidades vehiculares y la presencia de mosquitos y peligrosos roedores.

Pese a los esfuerzos de los municipios de Chosica y Santa Eulalia, y hasta de los propios pobladores, las alcantarillas continúan atoradas y el agua servida sigue fluyendo en distintas zonas de ambos distritos. Sin embargo, lo más grave para los vecinos de Chosica, y todos los que llegan a las zonas afectadas por la naturaleza, es que empiezan a respirar un aire contaminado y nauseabundo.

“Después del huaico, el lodo y las aguas de los desagües colapsados se mezclaron e inundaron las calles. Al empezar a secarse el barro que está en todas partes y la Carretera Central, el viento y el paso de los vehículos levanta una polvareda que se impregna en la piel, el cabello, llega a los ojos y lo peor es que lo respiramos”, afirmó un médico de las brigadas del Ministerio de Salud (Minsa) en Santa Eulalia.

PREVENCIÓN. Ante el riesgo de que los efectivos desplazados a Chosica y Santa Eulalia puedan contraer una enfermedad infectocontagiosa, la Dirección de la Policía Nacional viene entregando mascarillas a los agentes y a los pobladores para protegerlos del polvo que cubre toda la zona afectada, ubicada entre los kilómetros 31 y 40 de la Carretera Central.

En tanto, ante el incremento de zancudos que pueden transmitir el dengue y la chikungunya en la zona afectada, y por petición de los vecinos, personal entrenado de salud ambiental del Minsa inició la fumigación en Rayos de Sol, paradero Inca Kola y Trinchera Baja, mientras que otras brigadas desplegadas en Pomaticla y Cashahuacra atienden a los niños, adultos mayores y vecinos que presentan males respiratorios y estomacales.

Los pobladores del sector 3 de Octubre se quejaron de la presencia de numerosos roedores, que han aparecido tras el atoro en los desagües. “Las ratas pueden traer enfermedades, y por eso pedimos que se fumigue todo el asentamiento humano”, manifestaron.

MOLESTOS. Un numeroso grupo de pobladores de La Trinchera bloquearon la mañana de ayer un tramo de la Carretera Central ante la rapidez que muestran las autoridades para limpiar esa vía mientras cientos de viviendas continúan enterradas por rocas y tierra.

“Los damnificados solo queremos limpiar nuestros hogares para ya no continuar durmiendo en carpas. Necesitamos ayuda para retirar todo el barro y las piedras. Si se despeja la carretera, todos se irán y quedaremos nuevamente olvidados”, señalaron.

VÍA LIBRE. Desde la madrugada de ayer, la Carretera Central fue reabierta al tránsito pesado y los buses interprovinciales, lo que permitió que cientos de vehículos varados puedan reanudar su viaje después de permanecer cuatro días en la zona debido al bloqueo de la vía.

Ante la urgencia de permitir el paso hacia la capital, cientos de vehículos de transporte de pasajeros hacia Chosica y unidades particulares tuvieron que esperar varias horas soportando el calor y el polvo.