Más que el corazón de la capital, el Cercado de Lima parecía el centro del caos y las protestas. Y es que en ese punto de la ciudad se concentraron ayer cientos de manifestantes que no solo bloquearon importantes arterias, sino que también se enfrentaron a la Policía.

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Minutos después, luego de que los docentes se concentraran en la Plaza San Martín y la CGTP hiciera lo propio en la Plaza Dos de Mayo, sus desplazamientos comenzaron a generar grandes congestiones vehiculares en las avenidas Colmena, Wilson, Paseo Colón, Grau y Abancay.

PROVOCACIÓN. Cuando los manifestantes llegaron a esta última arteria, se registraron los primeros roces, pues la Policía, luego de hallar intransigencia a sus pedidos para que no invadan la vía, los dispersó con su división montada y el uso de gases lacrimógenos.

La Policía apeló entonces al “Pinochito” y de nuevo a los gases lacrimógenos, lo que desató la ira de los manifestantes, quienes se enfrentaron a los agentes hasta que estos últimos lograron reprimirlos.

Sumado a esto, decenas de negocios de la zona también terminaron perjudicados, pues tuvieron que cerrar sus instalaciones para evitar desmanes. Algunos de sus administradores afirmaron que sus ventas bajaron hasta 50% como consecuencia de las protestas.

Durante una sesión extraordinaria del Acuerdo Nacional, Martens agregó que la idea es que los aproximadamente 3 millones y medio de estudiantes afectados por la medida de fuerza no terminen por perder el año escolar.

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