A 8 kilómetros de la ciudad de Ilo se encuentra la Reserva Nacional de Punta Coles. En su interior se protege a las aves guaneras y a diferentes especies de lobos marinos y pingüinos en un hábitat natural.

Son cien mil aves de la especie piquero de cuello de color blanco y negro y 70 mil guanayes los que han logrado reproducirse alimentándose del pescado ileño.

También hay pelícanos y lobos marinos que comparten las playas de la punta Coles donde conviven con lagartijas y gallinazos.

RUTINA. Estas aves despiertan a las 9 h y lo primero que hacen es volar en bandadas para bañarse y salir en busca del desayuno. Al día comen dos veces. En cambio el pelícano come de noche. Si hasta las 15 h. no encuentran pescado posiblemente emigren hacia otras zonas del litoral.

En Punta Coles aún quedan las muestras de la época dorada del guano. Hay un muelle donde embarcaban el fertilizante en 1945.

ABONO. El guano a diferencia de otros fertilizantes aguanta dos o tres cosechas. Por ello los guardaislas protegen a las “gallinas de los huevos de oro”, es decir a las aves guaneras. Es así como las llaman y cuidan con mucho esmero porque de eso depende su sueldo.

Este producto fue exportado para agricultores de otros países pero ahora este gobierno está promoviendo que los agricultores peruanos se asocien y compren el fertilizante al por mayor en la ciudad de Lima y Pisco. El costal de guano está a 50 soles. La cosecha se realiza cada cinco años.

En el año 2010 llegaron a esta reserva al menos 200 trabajadores para recoger el mismo. La reserva cuenta con caminos señalizados para el paso de los vehículos. Asimismo, una bióloga acude permanentemente para censarlos y velar por su salud.