Informe: Reforestar para reactivar la economía de Loreto
Informe: Reforestar para reactivar la economía de Loreto

En los últimos 25 años, la actividad económica en  ha estado sujeta al canon petrolero, pero las continuas rupturas del Oleoducto Norperuano (ONP) han generado pérdidas mensuales de 2.5 millones de dólares para la región, según Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). Esta coyuntura ha hecho que algunos empresarios locales busquen alternativas locales, como la reforestación. 

El objetivo es recuperar los dos millones de hectáreas que hasta el 2018 se habían deforestado en la selva peruana, pero también reactivar la economía. Enrique Lorente, investigador español, asegura que el sector privado está interesado en plantar árboles con fines comerciales en zonas deforestadas. “Uruguay, con menos extensión que Loreto, exporta 1500 millones de dólares al año y no tiene bosques. Loreto tiene seis veces más bosque. La región debería estar exportando tres veces más, que serían 4500 millones de dólares. Y ellos solo venden pino y eucalipto. Con las especies que tiene Loreto, se podría exportar 10 veces más”, señaló en una presentación en  sobre silvicultura.

CICLO DE LA MADERA. No es la única iniciativa en esa dirección. En Ucayali, un grupo de empresarios anunció recientemente un modelo similar. Sin embargo, Lorente observa que las especies que tienen prioridad son el pino

y eucalipto, que tienen alta demanda, pero menor valor. Mientras un cedro de 12 años puede costar $1500, un eucalipto a partir de los 7 años permite ingresos de $350 el metro cúbico. La innovación que Lorente propone, y que aplica con su empresa Lorente Reforest, pasa por usar técnicas naturales de mejoramiento, como en la agricultura. La “agroforestería” le permite producir hasta 1 millón de plantones al año en su finca de Iquitos, El Paraíso. “En un bosque (primario), una caoba demora como 80 años, aquí se va a tener en 20 a 25 años. La segunda generación, con las semillas que caigan, se convertirán en un bosque regenerado”, explica a Correo. Un bosque reforestado no tiene las mismas capacidades de absorber dióxido de carbono (CO2) que uno primario, pero con las semillas que provengan de este sí se absorbe más CO2.

ESPECIES NATIVAS. Sumado al cedro y la caoba, Lorente asegura que es factible promover especies nativas como la bolaina y la capirona, originarias de zonas tropicales y que no conllevan los riesgos del pino o el eucalipto, que asegura están detrás de incendios forestales en Chile y España. 

“Son árboles que han nacido para arder y cuando arden, queman especies nativas y van ganándole terreno”, comenta. Recientemente, el pleno del Congreso aprobó una norma para promover plantaciones forestales (Ley 2550-2017), pero al ser objetada por un grupo parlamentario, requerirá de una nueva aprobación. La medida fue cuestionada por las facilidades que otorga a inversionistas privados, al margen de las plantaciones involucradas. Lorente teme que los incentivos estatales terminen en productores de palma aceitera, pino, eucalipto y otras especies que considera dañinas, con el pretexto de proteger al medio ambiente.