¡Insólito! Ahora tratantes de personas secuestran a escolares en Tacna

Para no creer.  La Oficina de Defensoría Pública de Tacna reveló ayer las nuevas modalidades de trata de personas que se suscitan en la ciudad, en las que las víctimas no son mayores de edad o jóvenes traídas de otras regiones con engaños, sino escolares secuestrados a la hora que salen del colegio.

Según las estadísticas que llevan adelante, en lo que va del año, hay 32 denuncias por trata de personas, de las cuales cuatro están en investigación.

La abogada de víctimas, Anita Meneses López, quien se encarga del delito de trata de personas y violaciones sexuales, informó que la semana pasada un escolar de 15 años pasó por el examen de cámara de Gesell luego de contar que lo secuestraban a la salida de su institución educativa que se ubica en el distrito de Gregorio Albarracín.

VENDADO.

“Le vendaban los ojos y se lo llevaban en un auto a una casa para prostituirse”, narró la especialista, señalando que el adolescente al estar vendado no sabe dónde queda ese local.

“Dijo que estando en ese lugar escuchaba el llanto de otros niños, que al igual, eran obligados a tener relaciones sexuales”, manifestó.

Comentó que esto le ocurre desde los 12 años y que incluso le preguntó a uno de sus tratantes por qué lo escogieron a él. “Este niño estaba al cuidado de su tía porque la mamá lo dejó. Ahora que habló con el psicólogo por un lapso de dos horas, se le sintió más liberado”, mencionó Meneses, agregando que ese caso está en investigación por parte de la Fiscalía.

Por su parte la jefa de la Defensoría Pública en Tacna, Adela Sánchez Parra, anotó que este caso y otros también se dan en distintos colegios. “Hay renombrados colegios que tienen el problema pero saben cómo ocultarlo”, refirió.

EMBLEMÁTICO.

Sánchez dijo que un caso emblemático es que una niña de 12 años captaba a escolares de 16 años que provienen de buenos colegios y las ofrecía a otros adultos.

Otra modalidad es que un adulto las captó a través del internet con engaños de hacerlas modelos y anfitrionas pero al final las prostituía. “Los padres tienen que ver qué hacen sus hijos, estar detrás de ellos, y no poner el soprotexto de que están trabajando”, replicó Sánchez.

TEMOR A VENGANZA

La abogada Meneses señaló que muchas de las víctimas que son traídas de otras regiones y que arriban a los terrapuertos no terminan de denunciar o desestiman la denuncia porque sus tratantes, al tener el DNI de ellas, las amenazan con que perjudicarán a su familia, en caso decidan escapar.