Íntima amistad
Íntima amistad

Hace mucho que estás sin pareja, es más, no tienes la más mínima intención de empezar una relación, ya sea porque acabas de terminar una y solo quieres disfrutar nuevamente de tu soltería, le huyes a los compromisos y prefieres los encuentros libres o quizás sientes que, por el momento, no tienes la capacidad para enamorarte.

Cualquiera de estas razones son válidas para no involucrarte sentimentalmente, pero existe algo que va más allá de tu deseo de mantenerte en soledad, es la necesidad de tener contacto sexual. Sí, digo necesidad sin temor a quedar como un ser humano básico, elemental, que solo busca satisfacer su cuerpo. Total, ¿eso tiene algo de malo?

Ante esa situación surge, como una luz al fondo del túnel, una persona que está dispuesta a pasar un buen rato contigo. Se trata del amigo cariñoso, amigo con derechos o amigo sexual. Llámalo como quieras, en el fondo todos cumplen un mismo rol: compartir un momento de placer sin pedir nada a cambio.

Si bien en este tipo de "relación" hay derecho a rozar, tocar, tomar, disfrutar y dejar; no existe el deber de reclamar. Puede sonar egoísta, pero quienes están involucrados lo tienen claro, o por lo menos esa es la idea.

Para que la relación sea un éxito y nadie salga lastimado, las reglas tienen que estar claras desde el inicio. La norma principal – que es la base en que se asienta este tipo de relación – es NO ENAMORARSE. Si bien ambos la pasan genial juntos, deben tener en claro que no hay sentimientos de por medio.

Como el amor no está contemplado en este tipo de relación, este amigo solo deberá ser convocado para sostener encuentros sexuales. ¿Parece que lo estás utilizando? Pues te diré que no, porque ambos lo quieren así.

El secreto del éxito en la relación con tu amigo con derechos está en separar el sexo del amor. A tu amigo cariñoso nunca le dirás "quiero hacerte el amor", simplemente se llamarán por teléfono para "acordar verse". Entre ambos está sobrentendido que lo que quieren es tener un encuentro sexual. Tampoco hay necesidad de verse con frecuencia, solo cuando ambos tengan ganas. Punto, así de claro, así de directo.

Ahora, no todos las personas están en la capacidad de vivir este tipo de relaciones. Si te ilusionas con facilidad, definitivamente esto no es lo tuyo, podrías sufrir y mucho.

Considero que es cuestión de suerte encontrar a alguien que, al igual que uno, no quiera iniciar un romance y esté dispuesto a compartir encuentros sexuales. Pero un amigo con derechos no puede ser un completo extraño.

Definitivamente tiene que ser alguien que ya conoces y te atrae físicamente (recuerda, todo entra por los ojos). Puede ser un ex con el que íntimamente te llevabas bien pero que definitivamente sabes que nunca volverán a estar juntos; o un amigo con el que te diviertes, conversas y ríes, pero no lo consideras tu mejor amigo. Involucrarse sexualmente con el mejor amigo es un error, porque se corre el riesgo de perder esa amistad.

Si emocionalmente aún sientes algo por tu ex pareja, definitivamente no es el momento de iniciar una relación de amigos cariñosos, porque estarías utilizando a esa persona para olvidarte de otra, y la situación no va por ese lado. Acá ambos tienen que estar libres emocionalmente, con ganas de disfrutar su sexualidad, pero sin el deseo de tener una relación formal.

Estar saliendo con alguien no es lo mismo que tener un amigo cariñoso. Una cosa es tantear si es posible iniciar un romance y otra es crear falsas expectativas con tal de llevarte a alguien a la cama. Eso es de pendejos.

Tampoco hay que tener una colección de "amigos con derechos". La idea es tener a alguien especial. Pero ten presente que, aunque ambos se lleven súper bien, tu amigo cariñoso nunca será tu mejor amigo.

Por último, si uno de los dos se enamora de otra persona y decide finalizar los encuentros sexuales, nadie tiene por qué resentirse. Recuerda, el amigo (a) con derechos no puede reclamar nada.

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