TUMBES. En nuestro departamento existen aproximadamente 7,816 has. de arroz, siendo la agricultura una de las principales actividades económicas. Culminado el periodo del cultivo de arroz se inicia la quema de la paja, rastrojos y malezas de los campos, tal y como lo indica el Reglamento del Cultivo de Arroz. Por nuestra geografía, algunos campos de cultivo se ubican en las laterales de la Carretera Panamericana, por lo que al realizar esta quema, la densa humareda dificulta la visibilidad de los conductores ocasionando, en algunos casos, accidentes graves. CONTAMINACIÓN. La quema de la paja es uno de los principales factores de contaminación ambiental de la región. Pero este tema va de la mano con la salud, pues según un estudio realizando por una universidad española, el hecho de que las quemas se concentren en unos pocos días implica una incorporación de gases muy elevada. Estos contaminantes tienen serias repercusiones sobre la salud, entre las que destacan la irritación de la piel y mucosas y daño celular en el pulmón. NORMATIVIDAD. El cultivo de arroz es muy susceptible a enfermedades que son producidas por hongos patógenos, por ello, dentro del manejo agronómico de este cultivo existe la actividad de quema de rastrojos y maleza, la cual se realiza con la finalidad de interrumpir el ciclo biológico de plagas y enfermedades en el suelo. ALTERNATIVAS. El presidente del Comité de Productores de Arroz, Ezequiel Chiroque, indicó que desde hace dos años vienen solicitando al GR la implementación de empacadoras de rastrojo para ser usado como alimento de ganado vacuno. “Con la quema se destruye el medio ambiente”. Asimismo, indicó que están dispuestos a colaborar para encontrar nuevas formas de eliminar el rastrojo. Por su parte, el Gerente de Recursos Naturales, Ing. Dam Chinga, indicó que junto al Director de Agricultura, representantes de arroceros y SENASA se evaluarán alternativas que no incrementen los costos de producción y que conserve el medio ambiente.