“El lago Titicaca es un ecosistema muy valioso porque constituye una gran reserva de agua que concentra una serie de formas de vida y en el caso particular de Perú sostiene a muchas familias”, afirma Eduardo Dios, secretario técnico de la Comisión Multisectorial para la Prevención y Recuperación Ambiental de la Cuenca del lago Titicaca y sus afluentes.
Efectivamente, los pobladores de Puno utilizan el agua del lago para su consumo, la agricultura, captación de peces para alimento, entre otros. De ahí que la contaminación que afecta a algunas zonas del lago y los ríos de Puno sean motivo de gran preocupación para las autoridades, pero en especial para la población, que convive con este problema.
VIVIR CONTAMINADO. Dionisio Barreda Pelinco, presidente del Frente de Defensa del río Coata, describe: “Cerca de la bocatoma de la cuenca del Coata no existe vida. Los desechos domésticos son la principal causa. Las aguas de este río no están aptas para regar, por lo que esperamos las lluvias de enero, febrero y marzo para el riego de nuestros cultivos”. Ante este problema, ellos utilizan agua potable de cisternas enviadas por el gobierno y la Municipalidad Provincial de Puno.
Así como en el río Coata, la contaminación en el Titicaca se concentra principalmente en la bahía interior de Puno y en la bahía de Yunguyo, siendo sus principales causas las aguas residuales, los residuos sólidos y la minería ilegal e informal, según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), entidad que realiza estudios de calidad del agua del lago.
El ingeniero Juan Ocola Salazar, especialista en calidad del agua de la Dirección de Gestión de Calidad de Recursos Hídricos de la ANA, señala la pesca como una actividad económica perjudicada por este problema. “En la bahía interior de Puno la contaminación impacta directamente en la flora y fauna acuática del ecosistema, por esto la pesca se ha restringido y afecta la economía de la población”.
Pero no solo en el lado peruano radica el problema, la contaminación está presente en algunas zonas de la parte boliviana del lago. En este caso, los pobladores de la bahía de Cohana son los que sufren a diario por las aguas residuales.
SOLUCIONES. Si bien existe un sistema de alcantarillado en Puno y plantas de tratamiento de aguas residuales, estos se encuentran colapsados. Aquí es donde se origina el problema. La solución para esto es, según Eduardo Dios, “que cada una de las ciudades de Puno tenga un tratamiento de agua residual y un sistema de gestión de residuos sólidos porque son los focos de concentración de la mayor cantidad de sustancias contaminantes”. En torno a esto, “el Gobierno peruano está impulsando la construcción de 10 plantas de tratamiento para Puno porque se entiende que con esto se controlaría gran parte de los contaminantes”, afirma Juan Ocola Salazar de la ANA. Sin embargo, no hay fecha de inicio de construcción de estas plantas, por lo que poner en práctica otras medidas como la limpieza constante de las riberas del lago y los ríos, y la creación de una cultura de responsabilidad con respecto al uso adecuado y racional del agua es lo mejor que se puede hacer hoy en día para luchar contra la contaminación del Titicaca.
DATO
8400 Km2 es la superficie aproximada del lago, de los cuales 4700 están en territorio peruano.
-