Les dicen adiós

Hace algunos días llegó al hogar de los esposos Carlos Villegas Imán e Iris León Gálvez una niña que decidieron adoptar para brindarle su amor y cuidados al no poder tener hijos.

La familia estaba completa. Su felicidad había llegado en el rostro de una pequeña, solían decir sus amigos.

Lamentablemente, no habrá un final feliz para esta historia que recién iniciaba.

Un trágico accidente dejó nuevamente en la orfandad a la niña.

Sus padres murieron entre los fierros retorcidos de un automóvil que impacto contra un trálier en la carretera Panamericana Norte la madrugada del domingo.

La noticia dejó de ser una fría crónica policial y se ha convertido en una serie de relatos desgarradores que dan cuenta de una desgracia que viste de luto a la provincia talareña.

DESGARRADOR. Los familiares de Carlos e Iris abrazan con fuerza a la menor, en ella recuerdan el amor y la bondad de sus fallecidos.

Su nombre no se registra entre las víctimas mortales porque al caer la noche se quedó dormida en la vivienda donde sus padres acudieron a celebrar una fiesta, así que optaron por dejar descansar a su hija.

Luego emprendieron su último recorrido con vida.

SUEÑO TRUNCADO. Las lágrimas de sus familiares brotan inconteniblemente, mientras realizan los arreglos para el entierro que se llevará a cabo hoy a las 10 de la mañana.

No dejan de llorar a sus muertos.

Recuerdan a Nataly Abigail Navarrete Gálvez (16) como una adolescente alegre, optimista y con deseos de superación.

Ella también iba en el vehículo siniestrado.

Sus sueños de convertirse en una ingeniero industrial quedaron truncos.

Su amiga, Hellen Belle Hidalgo Bernales (16), cuenta que la acompañó a matricularse al Instituto de Enseñanza Preuniversitaria de la Universidad Nacional de Piura, en donde quería seguir sus estudios profesionales.

"Juguetona y estudiosa", así la tendrá siempre en su recuerdo nos cuenta con las mejillas bañadas en llanto.

Ahora hay un padre que llora a su hija, y también a su esposa, porque la madre de Nataly también abordó el vehículo conducido por Carlos Villegas.

UNA GENERACIÓN. Cristina Pilar Gálvez Ruidias (49) se fue sin decir adiós.

Con ella además de sus primos y su hija también murió su progenitora. Santos Ruidias Castro (82).

Toda una estela de dolor y muerte que abre una herida profunda en sus deudos.

Hoy a las 10 de la mañana, los cinco féretros conteniendo los restos mortales de Carlos Enrique Villegas Imán (45), de su esposa Iris Delfina León Gálvez (37), su tía Cristina del Pilar Gálvez Ruidias (49), su hija Nataly Abigail Navarrete Gálvez (16) y la abuelita Santos Ruidias Castro (82), saldrán del frontis de la vivienda E-16 del asentamiento humano Lucy de Villanueva, para ser sepultados en el cementerio de San Pedro del cono norte de esta ciudad.