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David Pino (40) recuerda con impecable entusiasmo las caminatas que daba con su padre por las antiguas calles de Lima. Sus paseos por el Centro en los 80, el parque Washington y la avenida Arequipa son parte de aquellas memorias invaluables que lo impulsaron a crear en 2007 un blog al que bautizó como "Lima La Única" -que también tiene su versión en Facebook-, ahí se encarga de publicar fotografías inéditas y anécdotas insospechadas que se esconden en diversos rincones de la capital. Una Lima singular que se despidió hace mucho tiempo y no tiene cuándo volver. Aquella Ciudad de los Reyes que internautas, sobre todo jóvenes, empezaron a descubrir a través de su dedicado trabajo como buscador y coleccionista que realiza de manera independiente, movido por la pasión y la nostalgia.

"Mi interés por la historia de Lima empezó desde niño, cuando paseaba con mi papá por las calles del Centro. Él me iba contando curiosidades sobre la ciudad. Luego tuve la suerte de coincidir con amigos con quienes compartía el mismo gusto por la historia, y aprendíamos juntos. Así fuimos cultivando nuestro conocimiento", afirma Pino, quien confiesa estar preocupado hoy en día por el aún pobre interés de los gobernantes en temas de conservación patrimonial, lo que representa un peligro para la identidad no solo de los limeños, sino de todos los peruanos.

Una de las anécdotas que más recuerda Pino, y que fue la que lo incentivó a crear el blog, sucedió en el parque Washington. Cuenta que tenía doce años cuando pisó por primera vez aquella área verde con su padre, en uno de aquellos largos recorridos que solían hacer. Ese día él le mostró una banca que tenía un interesante efecto acústico: "Si te sentabas ahí y hablabas a un lado en voz baja podían escucharte al otro extremo, a unos seis o siete metros de distancia", explica. Le llamaban 'la banca telefónica". "Aquello me hizo pensar en cuántas cosas curiosas podrían estar existiendo en la ciudad sin que la gente lo sepa. Hoy esa banca, lamentablemente, ya no existe", dice con cierta decepción.

David recuerda y reflexiona. "Lima cumple 479 años enfrentada con su propia identidad, confundida y cada vez más alejada de su esencia como urbe, aquella que la distinguió alguna vez como la más importante de América", menciona. Pese a todo esto tiene la esperanza de que las cosas cambien. Para ello considera fundamental que se realicen campañas de difusión del patrimonio histórico para reforzar los programas educativos en los colegios con actividades públicas, y así, sabiendo un poco más de la historia de Lima, los jóvenes tomen mayor conciencia de lo que se puede estar perdiendo si no se actúa a tiempo.

Este bloguero ha asumido como misión difundir el pasado de la capital para mirar hacia el futuro con responsabilidad. Dar a conocer quiénes fueron los peruanos ilustres que transitaron por sus esquinas y aceras. Luchar por la conservación de espacios históricos como edificios, calles y plazuelas. Todo con el propósito de encaminarse hacia la modernidad, pero de manera responsable.