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Debían proteger a la ciudadanía con sus propias vidas; sin embargo, prefirieron ser parte de la temible delincuencia para causar más dolor a miles de familias. Al menos 24 agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) formaban parte de una organización criminal dedicada al sicariato, la extorsión y el tráfico de terrenos, informó el Ministerio del Interior.

Tres oficiales -entre los cuales figuran los comandantes Humberto Santillán Otiniano y Jorge Domínguez Calle, así como el capitán Hugo Medina Gonzales- y 21 suboficiales PNP conformaban la temible banda “Los babys de Oquendo”, que fue desarticulada la madrugada del martes en el marco del megaoperativo “Impertérritos 2017”, ejecutado en simultáneo en el exfundo Oquendo (Callao), en San Martín de Porres, en Puente Piedra, en Los Olivos y en Tumbes.

“Necesitamos un sistema judicial que apoye estas operaciones, y es grato decir que la Fiscalía está colaborando fuertemente en estos operativos”, resaltó el presidente Pedro Pablo Kuczynski.

PUESTOS CLAVE. Los mencionados agentes estaban en puestos clave en la lucha contra la delincuencia. Según confirmó el director general de la Policía Nacional, general PNP Vicente Romero Fernández, ellos pertenecen a las direcciones de Investigación Criminal y de Inteligencia de la Policía. Asimismo, los 21 suboficiales restantes se dedicaban a minimizar las denuncias en contra de la organización delictiva y facilitar el accionar de la misma con información privilegiada sobre sus víctimas.

Al respecto, la División Especial contra el Crimen Organizado de la PNP dispuso investigar el grado de participación de estos afectivos en dicha organización delictiva. No obstante, el ministro del Interior, Carlos Basombrío, aseguró que se aplicarán la máximas sanciones. “La Policía Nacional continuará con la purga de malos elementos que hayan sido ganados por la delincuencia. No habrá protección especial para aquellos agentes que cruzan la línea hacia la criminalidad”, confirmó.

Asimismo, el titular del sector informó que el director nacional de Seguridad del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Sergio Haro Huapaya, sería uno de los altos funcionarios captados por “Los babys de Oquendo”. “Se ha identificado su constante relación con los miembros de esta organización criminal y cómo los apoyaba en distintos aspectos que necesitaban para actuar”, subrayó Basombrío tras precisar que la relación entre Haro y el grupo delincuencial evidencia que el Estado es vulnerable a la corrupción que genera el dinero ilícito del crimen organizado y el narcotráfico. Del mismo modo, también estarían implicados los funcionarios del Inpe Edwin Paco Chambi y Rubén Farfán Gallegos.

LA BANDA. “Los babys de Oquendo”, organización que operaba desde hace años en distritos como San Martín de Porres, Los Olivos, Puente Piedra y la zona de Oquendo, en el Callao, era liderada, según fuentes oficiales, por Jacinto Aucayari Bellido, alias “Cholo Jacinto”, conocido delincuente que antaño había integrado las bandas “Los Destructores” y “Los Injertos del Fundo Oquendo”, que desataron el terror en Lima en la década del 90.

Pese a que fue detenido en 2005 y encarcelado en el penal de La Capilla, en la provincia de Juliaca (Puno), por el delito de robo agravado, siguió operando hasta su muerte, acontecida a inicios de abril de este año. Fue su medio hermano Juan Enrique Ramos Bellido, (a) “Kike”, también recluido en el referido penal por el mismo delito, quien se hizo cargo de la banda. “Ellos controlaban ese recinto y disponían de teléfonos celulares ingresados clandestinamente”, reveló una fuente policial.

Asimismo, se informó que, con “Kike” encerrado en el penal, era Helio Eduardo Tolentino Huerta el encargado de materializar las actividades delictivas de esta banda.

Este personaje captó a delincuentes prontuariados o expresidarios con el fin de alimentar un falso sindicato o gremio de construcción civil. “Bajo esa fachada, exigían pagos por ‘seguridad’ o ‘chalequeo’ a diferentes empresas de transportes, fábricas y compañías ubicadas en su zona de dominio”, se lee en un comunicado difundido por el Ministerio del Interior. “Kike” fue detenido la madrugada de ayer en el exfundo Oquendo, en el Callao.

LA INCURSIÓN. Cientos de efectivos de diversas divisiones de la Policía Nacional, provistos de combas, irrumpieron en 42 inmuebles de los distritos antes mencionados con el objetivo de detener a los 61 integrantes de “Los babys de Oquendo”. El fiscal Arturo Mosqueira, a cargo del operativo, informó que durante la intervención los agentes hallaron granadas de guerra, además de 12 armas de corto y largo alcance, un fusil y ocho vehículos. Asimismo, los agentes encontraron al menos $105 mil, 1560 euros y S/1700.

La intervención no fue nada fácil, pues la banda desencadenó una feroz balacera, producto de la cual resultaron heridos los agentes Fernando Febres Jaramillo y Jerson Álvarez Zúñiga. El primero de ellos tiene una fractura expuesta del húmero de la pierna izquierda, mientras que su compañero recibió un proyectil en el pie izquierdo. Afortunadamente ambos están fuera de peligro, confirmó la institución.

CIFRAS

61 personas, policías y civiles, integraban “Los babys de Oquendo”.

13 horas duró la sorpresiva intervención policial.