En tiempos difíciles también se puede emprender un negocio exitoso. Un destacado economista nos cuenta la historia de Pancitos del Sur
En tiempos difíciles también se puede emprender un negocio exitoso. Un destacado economista nos cuenta la historia de Pancitos del Sur

Luis Enrique Raygada, entusiasta emprendedor gracias a Pancitos del Sur, tiene la fórmula perfecta para enfrentar cualquier tipo de reto empresarial y no morir en el intento. “Yo siempre voy a tomar en cuenta a las tres “p”. Primero, hay que tener una actitud positiva, no se debe tirar la toalla antes de tiempo, tenemos que ser optimistas y pensar que la cosas van a ir bien. Lo segundo es meterle pasión a todo lo que hagas, y en tercer lugar está la perseverancia. Si bien hay que estar convencido de que todo funcionará, hay que saber que es un proceso que exige paciencia y trabajo continuo. Creer para poder crear”, nos dice el empresario.

Parecería una locura que en tiempos de pandemia y cuarentena alguien se atreva a arriesgar en un negocio...

Yo creo que muchas veces debemos tocar fondo para poder salir y reinventarnos. Yo estaba a punto de la quiebra, pero los bancos dieron un respiro a los deudores por tres meses y creo que ese tiempo me dio la tranquilidad para pensar cómo reinventarme sin necesidad de generar mucho gasto.

¿Y así nacieron los Pancitos del Sur?

A raíz de la cuarentena estricta del año pasado la gente no podía comprar los populares pancitos de la carretera al sur. Fue allí que se me ocurrió poner a prueba mi creatividad y dije: ‘¿por qué no se los llevamos a cada una de las casas?’. Empecé a investigar el mercado, encontré más de 300 hornos de pan a lo largo de la carretera, Una vez que tenía todo estudiado y el equipo completo empezamos a trabajar. Probé con amigos y familiares un producto que mantuviera la calidad acostumbrada  con una presentación impecable en bolsas biodegradables. Así que finalmente presentamos panes congelados, empaquetados y en varias opciones, listos para meterlos al horno por 10 minutos y de allí a la mesa.

¿Y qué tal fue la acogida?

A mis primeros clientes, que fueron mis hermanos, cuñados y algunos amigos les encantó. Obviamente conocían el producto y lo que les ofrecimos mantenía el sabor y la calidad acostumbrada. Luego de recibir los buenos comentarios me puse manos a la obra y empecé a armar mi Instagram para promocionar mi producto. Empecé con 60 “packs” y hoy estamos sacando un número bastante importante.

¿Los horizontes para tu emprendimiento se están ampliando?

Luego de pasado todo el 2020,  que fue extremadamente difícil para todos, en enero de este año me propuse ver con otros ojos el negocio. Y en estos momentos Pancitos del Sur está creciendo, ya estamos en varios supermercados y también buscamos distribuidores exclusivos, esos aliados que obviamente estén comprometidos con lo que yo quiero darle al consumidor.

¿Cómo emprendedor panadero ahora cómo es tu día a día?

En principio, ahora mi casa se ha convertido en taller y trabajamos allí ocho personas. Empezamos a chambear desde las ocho de la mañana, por ahora es un turno nada más. Lo bueno de ser panadero de alimentos congelados es que no tienes que levantarte a las 3 o 4 de la madrugada. Hacemos la masa del pan, el relleno, ambos se enfrían, se envasan y se meten a la congeladora. Ya tenemos 10 sabores en la carta.

Tu historia demuestra que no  hay que bajar los brazos ni en los peores momentos.

Yo soy medio arriesgado, pero he aprendido a caminar antes de correr, y sobre todo saber tomar esos riesgos. El primer mes que empecé  a distribuir mi producto tenía una alianza con gente a la que llegué a querer muchisimo, pero el tema de control sanitario me pasaba de vueltas. Yo decía: ‘si por algún motivo pasa algo, todo lo que yo estoy haciendo, este pequeño castillo se va al tacho’. Fue allí que tomé la decisión de comprar un horno y hacer mi taller, o sea, pasé de ser un distribuidor a panadero. Hoy me dicen que Pancitos del Sur es la marca que más se vende y que estamos en el top. Son cosas que te enorgullecen y dices: ‘hay algo bonito que estoy haciendo’. Sé que estoy en el camino correcto.

Luis Enrique Raygada

Economista. Graduado en la Universidad del Pacífico. Trabajó en la banca privada y fue CFO (director financiero) en Abbot y Kimberly Clark. Hoy dirige la empresa Pancitos del Sur.

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