Este quizá sea el último año en que Janeth pase encerrada en una celda del penal de Socabaya. Su fortaleza y amor prolijo de madre le ha permitido resistir los cerca de seis años de reclusión, pero su sufrimiento se ha hecho menor, dado que cuenta con la compañía de su pequeña Yeraldine, a la que concibió dentro de este recinto.

"Fue difícil estar aquí junto a ella, me sentía deprimida, sin fuerzas para continuar", cuenta.

Así como ella, otras 13 madres comparten su enclaustro a lado de sus niños, alentadas por el cariño que reciben de parte de ellos y guardando la esperanza de poder cruzar las rejas hacia su libertad.

Estadísticas. Según advierte la directora del reclusorio, Silvia Lazo Nova, el instituto penitenciario brinda este servicio dado que muchas mujeres no cuentan con el apoyo de sus familiares para hacerse cargo de los menores.

Especifica que los niños pueden quedarse solo hasta los tres años, luego son enviados con un pariente o, en el peor de los casos, terminan en un albergue.

Cambio. Por su parte, Carmen Calla, miembro del taller de manualidades, comenta que el encierro le ha permitido valorar aún más a su familia, en especial a sus dos hijos, los mismos que espera recibir en el próximo día de visita.

Reconoce que sus días en el penal no pasaron en vano, pues ha aprendido a realizar diferentes trabajos en tela y ahora ya tiene su propia maquina de coser.

En espera. Este año, se tiene programada la 'doble visita de la cigüeña', ya que dos internas del penal se encuentran embarazadas.

Una de ellas es Margarita, quien con seis meses de gestación aún no ha decido el nombre de su bebé. Añade que tampoco sabe el sexo, pero lo espera conocer pronto.

Celebración. Por el Día de la Madre, ayer se efectuó una emotiva actividad dentro del penal de Socabaya. Las internas expusieron sus trabajos. Presentaron espectáculos en presencia de los jefes de la entidad y familiares.

TAGS RELACIONADOS