Una nueva revolución tecnológica comenzará, dentro de poco, en la Marina de Guerra del Perú (MGP). Los veteranos helicópteros navales multiusos Agusta-Bell AB 212ASW serán dados de baja, con todos lo honores que les corresponden, para cederle su lugar a los modernos helicópteros multipropósitos SH-2G Super Seasprite. Y es que estas antiguas naves aéreas, adquiridas a fines de los años 70, ya cumplieron su misión de sobra.
Con los nuevos e imponentes helicópteros, nuestro país pasará a ostentar la fuerza aeronaval más sofisticada y de mayor tecnología de Latinoamérica. Así lo confirmó a Correo el capitán de navío Giovanni Loret de Mola La Rosa, jefe del proyecto SH-2G Super Seasprite.
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Unos cuatro helicópteros antisubmarinos (ASW) y de ataque SH-2G (P2) Super Seasprite, que forman parte de un lote cinco adquiridos por el Gobierno peruano, arribarán al país, de no mediar inconvenientes, en el primer trimestre del 2020.
Una primera aeronave fue transferida a fines del 2015, sin ser sometida a alguna modernización, y fue destinada para encargarse del Programa de Entrenamiento de Tripulaciones. Entró en servicio en mayo de 2018, pues tuvo que ser reparado tras sufrir daños mientras era descargado en los muelles de APM Terminals Callao.
En tanto, los otros cuatro SH-2G Super Seasprite sí siguieron por el camino de la modernización, por lo que fueron enviados, en 2015, desde Auckland (Nueva Zelanda) a la sede de Kaman Aerospace (Estados Unidos), para ser sometidos a un extenso programa de modernización de sus sistemas.
La compra de estas aeronaves se gestó en el 2014, cuando la MGP las adquirió a Nueva Zelanda. Estos helicópteros marítimos multipropósitos fueron adquiridos como parte del programa “Recuperación de las Capacidades Operativas de Superficie de los Helicópteros Ligeros en la Base Aeronaval del Callao”. Su adquisición fue autorizada el 23 de noviembre del 2013 a través de un decreto supremo.
“El haber efectuado el contrato de Gobierno a Gobierno nos ha permitido acceder a tecnología que es empleada actualmente en las mismas fuerzas armadas canadienses. Una tecnología que está controlada por el departamento de Estados Unidos”, precisó el capitán Loret La Rosa.
La compra de estos helicópteros navales multiusos estaba valorizada en $134 millones; sin embargo, se logró un ahorro y fue adquirida en $123.8 millones. “Estos helicópteros pueden efectuar diversas tareas. La principal, como parte del rol estratégico de la Marina, es la defensa de la soberanía e integridad territorial. También hacemos tareas de control del orden interno en el mar, participación de acciones de defensa civil, así como misiones en la Antártida”, señaló a este diario la autoridad naval.
Es importante recalcar que estas unidades también están en alerta para el control de pesca ilegal, ayuda humanitaria para apoyo de desastres naturales y para combatir el tráfico ilícito de drogas en altamar.