Jesús está presente en el rostro de cada una de las personas con discapacidad, dijo el Arzobispo de Huancayo, monseñor Pedro Barreto Jimeno, en la misa que presidió en la iglesia catedral, con motivo de celebrarse el Día Nacional de la Persona con Discapacidad.
“La discapacidad no es un castigo, es una bendición de Dios porque ustedes han aceptado y comparten los sufrimientos de Jesús en su pasión y muerte en cruz”, les dijo a las decenas de personas que asistieron a la celebración en silla de ruedas y con muletas. Asimismo pidió al Señor de los Milagros el milagro de la sanación a sus múltiples dolores y discapacidad.