PIURA. Opacados por las dunas de arena y basura, el A.H. Néstor Martos está a punto de celebrar sus 16 años de creación. El próximo 26 de noviembre el asentamiento que lleva el nombre del escritor piurano celebrará un año más de vida. Pero desde que nació, hasta su adolescencia de hoy, poco ha cambiado en este lugar del sector noroeste. Caminar por Néstor Martos es atestiguar las calles tranquilas y polvorientas de un lugar al que la arena y la basura, junto con el olvido de las autoridades, se lo puede tragar. Y a pesar de que cuentan con los servicios básicos, los dirigentes y sus moradores luchan por ver un lugar mejor. Sobre todo, tal como la pide su sub-secretaria General, Irma Márquez Rentería, con vías de acceso; pistas y veredas. El A.H. cuenta con un parque, cancha deportiva y capilla que más de 237 familias, ubicadas en 5 manzanas, hacen su uso, sobre todo los fines de semana. Todos estos locales con carencias notorias. Entre otras carencias es que no cuentan con Salón Comunal. A la carencia de vías de acceso, se le suma la basura que los mismos pobladores, a veces, tienen que botar en los “pampones” debido a que el carro recolector de basura pasa dos veces a la semana.Con la sed que todo pueblo nuevo sufre, a “Nestor Martos” solo le llegan tres horas de agua por la mañana. “De 6.30 a.m. hasta las 9 a.m. hay más o menos agua, ahí tenemos que juntar en baldes para poder cocinar, asearnos, y lavar el servicio, luego de eso, de las cañerías no cae ni una sola gota de agua”, dice una habitante con los labios secos. LO BUENO. A pesar de que han avanzando lentamente, se puede apreciar un parque con muchas bancas, una cancha deportiva y una capilla que funciona los domingos. Lugares que son concurridos por los habitantes; jóvenes en sus parques, los más pequeños en la cancha, y en la capilla todo el barrio se vuelca los domingos. Algunos moradores confiesan que vivir en Néstor Martos es tranquilo, pero otros, aseguran robos por las mañanas como el ocurrido hace dos días. Sus dirigentes vecinales se esfuerzan por hacer crecer el pueblo, y así como en el 2008 organizaron show artístico para su aniversario, el próximo 26 de noviembre celebrarán un año más de vida. LO MALO. El agua sólo llega de 6:30am. a 9am. horas en las que se tiene que recurrir al llenado de baldes que tendrán que hacer durar todo el día. El carro de basura pasa dos veces a la semana, por eso las personas se ven en la obligación de arrojarla al frente; nadie quiere vivir con los malos olores. El serenazgo nunca pasa, y las pandillas provenientes de zonas vecinas hacen algunos desmadres. La capilla carece de techado, su pequeño parque carece de planta alguna que adorne ese color marrón que se ve alrededor. Caminar en Néstor Martos es perderse en arenales y desmontes, y nunca saber cuándo hemos pisado vereda o el sendero que tienen todas las casas en sus exteriores; allí no hay veredas.