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Mientras en todo el Perú se han reportado 27 casos de influenza, en Puno ya fallecieron 34 niños a causa de la letal neumonía que este año parece haber incrementado la cifra de muertos. Pese a la cobertura de atención brindada por la sociedad civil y el Gobierno Central, a través de campañas de donación de ropa y alimento, la situación no parece variar en las zonas altas de Puno en donde cada vez son más los niños que dejan este mundo debido a la pobreza y el frío que parecen hacer un binomio mortal.
De acuerdo al último reporte de la Dirección Regional de Salud de Puno, Diresa, solo en la provincia de San Román se presentaron 17 muertes en lo que va del (los otros 17 en las diferentes provincias de Puno), siendo la mayoría de los decesos ocurridos en los dos últimos meses. Según el informe, la mayoría de las muertes ocurrieron durante el periodo de huelga de los trabajadores del sector Salud durante los meses de abril y mayo.

HUELGA MORTAL. En este periodo de 36 días se reportaron más de 3 985 casos de neumonía, similar al año anterior, pero de los cuales 19 resultaron fallecidos, lo que indica que no fueron atendidos oportunamente por el servicio de salud.

eL FRIAJE. Otro de los factores es el friaje de la temporada de helada que hace vulnerable a la población de las regiones altoandinas, también la pobreza y la desnutrición. Según el reporte, la mayoría de las muertes ocurren en circunstancias extrahospitalarias, es decir fuera del nosocomio.

PéRDIDAS MILLONARIAS. Levantada la huelga, los trabajadores se aprestan a recuperar el tiempo perdido pero, en los casi 36 largos días de huelga se perdieron 108 mil soles, 3 mil soles diarios, aproximadamente, por consultorios externos y demás servicios. Si bien, continuaron atendiendo las áreas de emergencia y operaciones la pérdida económica es significativa, aunque no alcance la dimensión de las perdidas humanas. El número de muertes por neumonía infantil ascendió en más de un 40 % respecto al año anterior, durante el periodo de huelga. Siendo los más afectados los moradores de las zonas alejadas de la ciudad, en donde el frío es más crudo debido a la altura.